El consejero de Presidencia y Administraciones Públicas de Castilla-La Mancha, Leandro Esteban, reconoce que es momento de evaluar el funcionamiento del modelo autonómico y dice que, como los ciudadanos, él también cree que «sobran políticos», pero no concejales de pueblos pequeños.
Esteban, en una entrevista con la Agencia Efe, se desmarca de ese modo de la propuesta de reforma de la administración local presentada por el Gobierno central, que pasa por reducir el número de concejales.
Preguntado por el funcionamiento del modelo autonómico, el consejero manifiesta que las comunidades autónomas no son el problema de España, pero admite que el sistema debe mejorarse, por ejemplo, con una revisión «a fondo» del sector público
«Yo sé que objetivamente los ciudadanos -y yo también lo entiendo- creen que sobran políticos. Y yo también lo creo, yo también lo creo. Creo que en este país ha habido demasiada representación, demasiadas personas, que quizá en el ámbito político ha habido una sobreabundancia», declara.
A su juicio, esa «sobreabundancia» se ha producido sobre todo en las múltiples fundaciones o empresas públicas creadas en las comunidades autónomas, en muchos casos «sin más objeto que retribuir un favor».
«Eso es un ejemplo pésimo», manifiesta el consejero, quien plantea que Castilla-La Mancha, en algún momento, ha llegado a tener más de cien entidades, empresas, fundaciones o patronatos en el sector público, en la mayor parte con puestos de trabajo «de puro interés político, de puro favor político».
Esteban recuerda que en Castilla-La Mancha se ha emprendido un proceso de supresión de empresas públicas y se ha tomado la delantera para eliminar duplicidades con la eliminación, por ejemplo, del Defensor del Pueblo o del Consejo Económico y Social.
El consejero de Presidencia y Administraciones Públicas matiza que la otra cara de la moneda son los concejales de los numerosos pueblos pequeños de una región como Castilla-La Mancha prestan, «sin cobrar un solo duro», una labor «absolutamente impagable».
«Incluso les cuesta dinero», recuerda el responsable del Ejecutivo, quien indica que esos políticos «merecen el respeto de toda la sociedad».
Por ello, cree que, ante la reforma de la Ley de Bases de Régimen Local apuntada por el Gobierno y que implica una reducción del número de concejales, es momento de debatir entre todos «y poner sentido común a la cosa».
«La labor que prestan la inmensa mayoría de los alcaldes y los concejales de pequeños municipios, que no solamente no ganan dinero, sino que les cuesta, es algo que tiene que tener un reconocimiento», declara.
El consejero reconoce ignorar cómo se puede armonizar esa realidad con la reforma de la ley propuesta por el Gobierno, pero tiene claro que esa labor es «extraordinaria» y hay que valorarla.
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