«Cobrar en Castilla-La Mancha era algo exótico, algo misterioso, algo alejado de la realidad, un accidente, algo que no sucedía nunca; cuando debería ser algo normal».
Se refería el consejero de Presidencia y Administraciones Públicas y Portavoz del Gobierno de la comunidad autónoma, Leandro Esteban, a los últimos cuatro años, desde 2008 a 2011, justo en los que el presidente de la Junta de Comunidades era el socialista José María Barreda.
Estamos en las Cortes regionales y se debate el ya famoso Plan de Pago a Proveedores, «un verdadero plan, a pesar de los malos augurios de algunos de los presentes, una magnífica noticia para Castilla-La Mancha y hoy ya una realidad concreta». 2.918 millones de euros repartidos en más de 594.000 facturas impagadas «durante una legislatura».
Esteban dijo que cuando llegaron al Gobierno, el 30 de junio de 2011, «cuatro días después de que este Gobierno era Gobierno, teníamos apenas 36,8 millones de saldo en las cuentas corrientes. ¡Cuando las obligaciones pendientes de pago eran de 2.606 millones y las necesidades de liquidez a corto plazo era de 2.813 millones!».
Los millones que se han pagado durante los dos últimos días suponen «algo más del 7 por 100 del Producto Interior Bruto de la región». El préstamo solicitado por el Gobierno para pagar estas facturas pendientes «lo tenemos que devolver, pero en condiciones muy ventajosas, con un plazo nominal del 5 por 100 y 10 años de cadencia. Participan 12 entidades financieras y estamos convencidos de que los efectos de esta liquidez serán muy positivos para Castilla-La Mancha».
En definitiva, para Esteban, el de hoy «es un gran día para la región, porque hoy ponemos rumbo a nuestro futuros. Y tiendo la mano al Grupo Parlamentario Socialista para que abandone posiciones apriorísticas, abandone el ancla que tienen puesto en el pasado y que arrimen el hombro, sean parte de la solución. Trabajemos juntos por esta tierra».
«PARA DESPILFARRO, LA COMUNIDAD VALENCIANA, QUE SE HA LLEVADO EL 25 POR 100 DEL PLAN DE PAGO»
Mientras, la portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Delfina Carrasco, inició su intervención recordando que el plan de pago a proveedores se ha aplicado «en 14 comunidades autónomas debido a la crisis que provocó problemas de ingresos».
E incidió en que no había sido «producto de un despilfarro en Castilla-La Mancha, sino una caída de ingresos». Porque, «los hospitales, los colegios, el pago a farmacéuticos… ¿Todo eso ha sido despilfarro? Porque si hablan de despilfarro hablemos de la Comunidad Valenciana, que se ha llevado el 25 por 100 del plan de pago. Y además Cospedal dijo que Francisco Camps era el mejor presidente de las comunidades autónomas de España».
Carrasco calificó de «desastre y catástrofe para Castilla-La Mancha lo sucedido, porque lo prioritario han tardado un año en resolverlo y sus medidas prioritarias han sido el desmantelamiento de los servicios sociales básicos».
Dijo que su grupo se alegraba de que cobraran los proveedores, «pero casi 1.000 millones de euros de esa deuda los ha generado el actual Gobierno regional en apenas seis meses. Con Barreda se generaba deuda, sí, pero se mantenían los servicios sociales básicos; y con Cospedal se genera deuda, sí, pero hemos perdido todos los derechos sanitarios y muchos más. ¿Quién rescatará los servicios sociales, la Sanidad y la Educación que ustedes se están cargando?».
«LAS EMPRESAS NO TENÍAN ILUSIÓN PORQUE SABÍAN QUE NO IBAN A COBRAR»
Lo primero que hizo el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Francisco Cañizares, nada más salir a la tribuna de oradores fue felicitar a la portavoz socialista, Delfina Carrasco, «porque ha salido de una bancada que está llena de exconsejeros, de ex directores generales… ¡Y que salga usted a dar la cara! Tiene mucho mérito, de verdad».
Cañizares insistió en que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha «era el mayor moroso de España, que llevó al descrédito a esta administración y al paro a cientos de empresas de la región. No se puede engañar a empresarios, a proveedores, quienes confiados en que estaban en un negocio con un enriquecimiento justo para ellos, ¿cómo se les ha podido engañar durante tanto tiempo? Porque estamos pagando facturas desde 2008».
El portavoz «popular» matizó que lo único que pretendía el Gobierno socialista de Barreda «era engañar a los ciudadanos y mantenerse en el sillón. Presupuestaron 1.500 millones más de los que sabían que se iban a gastar y las empresas no tenían ilusión porque sabían que iba a cobrar. Lo que hemos hecho es tapar el socavón que dejaron ustedes».