El líder del PSOE castellanomanchego, Emiliano García-Page, está «francamente muy satisfecho» con el resultado del Congreso en el que fue elegido, aunque reconoce que, si Carme Chacón hubiera ganado el Congreso Federal, el escenario sería «muy diferente» y él incluso habría dudado presentarse. Así lo expone Page en una entrevista con Efe en la que agradece a los expresidentes regionales José Bono y José María Barreda que se comportaran «con mucha generosidad» y dieran un paso atrás en ese proceso, en el que, a su juicio, se produjo una «sucesión natural» en el liderazgo.
El también alcalde de Toledo subraya que él no dio el paso para ser secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha porque Alfredo Pérez Rubalcaba ganara el 38 Congreso Federal del PSOE, pues cree que «lo que pasa en Castilla-La Mancha lo tiene que decidir el PSOE de Castilla-La Mancha».
Sin embargo, admite que no sabe qué habría pasado si hubiera ganado Carme Chacón y reconoce que, probablemente, el «escenario» sería «muy diferente».
«Yo a lo mejor incluso hubiera dudado en presentarme o, en todo caso, tengo muy claro que sólo lo hubiera hecho con su apoyo», explica Page, quien afirma que no tiene «afición de loco ni complejo de héroe» y recalca que en estos momentos el PSOE necesita «unidad», no «conflictos internos».
En cualquier caso, deja claro que el proceso congresual ha salido muy bien -«de la leche», en función del «nerviosismo» que ha provocado en el PP- y no sólo le ha dado «un respaldo casi unánime», sino que también ha servido para que el PSOE se sacuda «el derrotismo» y para que se aprecie «un inicio de remontada, cariño y mucha ilusión».
Fue clave en ese Congreso Regional que Bono y Barreda dieran un paso atrás y renunciaran a estar en la Ejecutiva, si bien Page aclara que ambos permanecen «en espíritu» y, como expresidentes regionales, están invitados a asistir a las reuniones de la dirección siempre que quieran.
«El PSOE estas cosas las ve con mucha normalidad, no tengo necesidad ninguna de matar al padre ni a la madre ni al sobrino ni al vecino ni siquiera al enemigo», asevera.
Durante la entrevista, Page también se refiere a su papel en 38 Congreso Federal del PSOE, en el que dio «más pasos» que nadie, aunque al final prefirió no liderar una tercera vía al comprobar que, entre Chacón y Rubalcaba, «sólo quedaba una mediana, y por ahí no se circula».
No se arrepiente de no haberse presentado y se alegra de «no haber resbalado» y de haber apoyado a Rubalcaba, un dirigente que da tranquilidad y sensatez al partido.
Page tiene que cerrar ahora el proceso de congresos provinciales del partido, convencido de que en todos -incluido en el de Guadalajara- va a haber «proyectos sólidos» y consensuados.
Y, a partir de ese momento, empezar a recuperar el terreno perdido, algo que, a su juicio, ya ocurre, pues hay gente que no ha votado al PSOE que se alegra de «hayan ido bien las cosas».
Al mismo tiempo, opina que los castellanomanchegos se dan cuenta de que el Gobierno regional y su presidenta, María Dolores de Cospedal, «tienen la cabeza en Madrid y se sienten a disgusto» en Castilla-La Mancha.
Sostiene que Cospedal se encuentra «como atrapada» en la región, sobre todo cuando piensa que «podría estar en el lugar de Soraya» y y cree que ella se presentará a la reelección en 2015, pero no porque quiera, sino porque «no le queda más remedio».
Page asegura que él no va a cometer los «errores» en los que incurrieron anteriores alcaldes de Toledo y líderes de la oposición, como los populares José Manuel Molina o Agustín Conde, pues tiene claro que «el Ayuntamiento no es un ariete de oposición», lo que no le impedirá defender los intereses de la ciudad.
Por ejemplo, explica que desde que Cospedal preside la región él no le ha pedido «nada nuevo», sólo que cumpla lo firmado.
«Y que haga como hice yo cuando fui elegido alcalde: no explicar los marrones que me encontré, no estar todo el día llorando. Yo entré de alcalde llorado y entro de secretario general llorado, creo que la gente reclama que los políticos entren llorados», añade.
Por último, Page insiste en que en los congresos celebrados hasta ahora no se ha elegido a los candidatos a las próximas elecciones, algo que se decidirá en su momento, y sólo aclara que él no volverá a presentarse a la Alcaldía de Toledo.
Sobre su sucesor, declara que no hay nada decidido, porque «tres años en política son una barbaridad» y él toma las decisiones por descarte, de modo que, más que posibles candidatos, lo que tiene son «bastantes candidatos a no ser candidato».