El presidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha calculado hoy que «la tijera» del Ejecutivo de María Dolores de Cospedal, que supuso la paralización de varias obras, tendrá un coste para los castellanomanchegos de entre 125 y 140 millones de euros. García-Page se ha pronunciado así a preguntas de los periodistas sobre la información dada a conocer hoy por la Cadena Ser de que el Gobierno regional tendrá que hacer frente al pago de más de 17,5 millones de euros en concepto de indemnizaciones por la paralización de cuatro infraestructuras sanitarias.
El presidente regional ha criticado que «hay gente que venía con muchas ganas de meterle un mordisco a la sanidad pública, a la educación pública y a los servicios sociales desde hacía tiempo y encontraron en la crisis de los que nos robaban financieramente la coartada perfecta para meter este mordisco».
«Y llegaron a convencer a mucha gente de que parar la obra de un hospital es ahorrar, pues no», ha aseverado el presidente autonómico, quien ha argumentado que «Cospedal paró la obra del Hospital de Toledo» y ha costado «22 millones de euros tirados a la basura».
Con ello, ha señalado que los 17,5 millones de euros son «solo una parte de los muchos» que tienen que pagar por «el uso un tanto descontrolado de la tijera».
Ha añadido que si no llegan «a poner en marcha la obra del Hospital de Cuenca, los tribunales» les «obligarían a pagar 21 millones de euros», mientras que «parar y tener en vilo a la empresa del Quixote Crea durante dos años sin una sola explicación» de los motivos que llevaron a parar la obra por teléfono costó 17 millones de euros, «más que terminar la obra».
«Aprendamos la lección de que recortar significa a veces gastar mucho más, pero de forma diferida. Los recortes de la última legislatura lo que han hecho es diferir el pago a nuestros hijos y nietos o al Gobierno que ha venido después», ha denunciado.
García-Page también ha advertido de que los pagos a los que les obligan las sentencias «tienen que entrar en el presupuesto», a lo que hay que sumar «las costas judiciales».
«De estas cosas, lo único lamentable es no poder exigir responsabilidades a quienes tomaron estas decisiones porque esto es un barbaridad», ha planteado y ha insistido en que, «al final, lo paga el gasto ordinario de la Administración».
A su juicio, el «uso depredador de la tijera lo que va a hacer es resentir las posibilidades de mejorar la «De estas cosas, lo único lamentable es no poder exigir responsabilidades a quienes tomaron estas decisiones porque esto es un barbaridad»sanidad, la educación o los servicios sociales porque va con cargo al presupuesto ordinario», teniendo en cuenta que el próximo año no van a «tocar los impuestos».
Además, ha criticado que «las costas judiciales son factura aparte», por lo que es «mucho dinero utilizado cuando un Gobierno sabe que va a perder una sentencia y se empeña en estar recurriéndolo años y años» y, en este sentido, ha opinado que «eso tendría que tener una tipificación muy clara».
En total, ha calculado que «la herida de la tijera», «el pago en diferido» al que tendrá que hacer frente el actual Gobierno castellanomanchego, «no va a bajar de los 125-140 millones de euros».
Con todo, ha anunciado que el Gobierno regional realizará un balance «de la factura oculta del uso de la tijera en Castilla-La Mancha para que los ciudadanos sepan realmente hasta qué punto el corte de la tijera ha sido doloroso», lo que harán una vez que presenten el presupuesto de 2017.