El secretario general del PSOE en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha lamentado que la supresión de los privilegios de los expresidentes regionales se pretenda aprobar en las Cortes sin ofrecer la posibilidad de presentar enmiendas, con una actitud del PP de «ordeno y mando».
En declaraciones a los periodistas con motivo de su visita a unas obras de acondicionamiento de un solar en calidad de alcalde de Toledo, García-Page no ha adelantado el sentido del voto del PSOE en el pleno de las Cortes ante la reforma de la Ley del Gobierno y del Consejo Consultivo, promovida por el PP y que se tramitará mediante el procedimiento de lectura única, que no permite la presentación de enmiendas.
Sin embargo, ha rechazado la actitud de «ordeno y mando» que a su entender se trasluce de esta forma de tramitar la supresión de los privilegios de los expresidentes, ya que es el único punto que se modificará en dicha ley.
«Me parece increíble que un planteamiento sobre una legislación que requiere tres quintos de la cámara se haga por ordeno y mando», ha denunciado García-Page.
Por este motivo, ha considerado que los dirigentes del PP tienen una «imagen de radicales que se la han ganado a pulso, la han cosechado durante dos años».
Asimismo, y sobre el ofrecimiento de «diálogo sosegado» que realizó el presidente de las Cortes, Vicente Tirado, para negociar la reforma del Estatuto de Autonomía para reducir el número de diputados regionales a una horquilla de 25 a 35 parlamentarios, García-Page ha tachado la medida de «pucherazo inaudito en la historia constitucional».
«Hagamos lo que hagamos, Tirado le va a pegar un tajo al parlamento para que haya menos diputados regionales que concejales en cualquier ayuntamiento de la región», ha advertido García-Page, quien ha asegurado que «no queda una sola formación política y social que no rechace el intento de pucherazo».