Al final, habrá que «dar las gracias a que han muerto unos peces para que todo el mundo sepa que el río está enfermo desde hace treinta años». Lo ha dicho el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, en declaraciones a los periodistas durante la inauguración de una rotonda en el barrio toledano de Santa María de Benquerencia.
Sobre la situación del río y el problema del agua en Castilla-La Mancha, el secretario general de los socialistas castellano-manchegos ha anunciado que presentará «en las próximas semanas» a los agentes sociales, partidos políticos y el resto de colectivos sociales un documento con el que alcanzar un «gran acuerdo» sobre el caudal mínimo del Tajo a su paso por Toledo.
El borrador plantea aumentar el caudal ecológico del río con el horizonte de 2021, para lo que fija veinte puntos de medición.
El incremento, según este documento, sería de un 40 por 100 en Toledo, donde pasaría de 10 metros cúbicos por segundo a 14.
García-Page ha dicho que planteará esta propuesta en «las próximas semanas» o «lo más tardar, al comienzo del otoño» a «todos los colectivos sociales, a todos los agentes sociales, a la Plataforma en defensa del río Tajo y también a los partidos».
«Me gustará ver cómo se retratan algunos políticos de la Junta, del Estado y de la Diputación, ahora que gobiernan en todos sitios, a ver si se pueden ponerse de acuerdo y si apoyan o no el mínimo de caudal», ha señalado.
Se trata, ha explicado el también líder de los socialistas castellanomanchegos, en llegar a «un gran acuerdo», a «un pacto de mínimos», para «dejar muy claro donde hay que colocar la estaca».
De hecho, ha señalado que está dispuesto a colocar este medidor «hasta físicamente en el río», algo que cree que «no le gustará mucho a la Confederación Hidrográfica del Tajo», e informar diariamente del caudal del río a su paso por Toledo.