El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha resaltado este jueves que la principal responsabilidad de un gobierno no es solo cumplir la Constitución, porque «eso es de perogrullo», sino que también pasa por «hacer cumplir la Constitución», en la que caben «muchos debates y muchos diálogos».
El presidente castellano-manchego ha subrayado, durante su discurso en las Cortes regionales con motivo de la celebración del 41 aniversario de la Constitución, que ésta «permite muchas decisiones flexibles» pero ha advertido de que, en el marco del texto se puede «abordar casi todos los problemas, incluso el de su propia modificación», aunque «fuera de ella, literalmente no hay nada que discutir y nada realmente merece la pena si es a costa de sacrificar principios o valores».
«La Constitución de 1978 es acogedora, incluyente incluso con quienes se dedican a zarandearla, y muy flexible», ha valorado García-Page, que ha incidido en que si se respeta la ley y el Estado de Derecho, «se debe hablar», si bien ha matizado que «una cosa es la conversación, la charla, otra el diálogo y otra la negociación».
En este punto, ha abogado por hablar porque a su modo de ver es necesario «deshacer muchos malos entendidos».
Sin embargo, ha considerado que las instituciones deben estar por encima de las «diatribas políticas», pues ha recordado que «la principal responsabilidad de un gobierno no es cumplir la Constitución, porque eso es de perogrullo, sino que hay algo más, un gobierno tiene que cumplir y hacer cumplir la Constitución».
En esta línea, ha advertido de que como presidente de Castilla-La Mancha, «si mañana hay un intento de privilegio, alguien quiere salirse con la suya a costa de los derechos de los demás de decidir» no será «un testigo presencial ni un notario», sino que será parte.
«El parlamento tiene la capacidad de defender nuestros derechos constitucionales si alguien nos los quiere hurtar», ha resaltado García-Page, que ha tachado de «flagrantemente inconstitucional» que se pueda llamar a una parte del pueblo español para opinar sobre el conjunto.
El presidente castellano-manchego ha agradecido que las Cortes celebren el acto de la Constitución un día antes de la efemérides, el 6 de diciembre, pues ha afirmado que ello le permitirá acudir este viernes al acto organizado en el Congreso de los Diputados que, ha recordado, es la sede de la soberanía nacional y por ello ha afirmado que le «parece mentira que alguien intente frivolizar con la piedra de toque de todo el sistema», porque en el Congreso y en el Senado «se sintetiza la soberanía del pueblo español, no de los pueblos de España».
Así, ha afeado las fórmulas que este martes pronunciaron algunos diputados para jurar o prometer la Constitución y ha opinado que «no es una imagen saludable», del mismo modo que también ha criticado a los diputados que «solo van a Madrid a hablar de su pueblo y no del pueblo», pues ha advertido que «de una manera u otra están naturalizando el fenómeno nacionalista e independentista».
En cualquier caso, ha defendido que no va a consentir que «amarguen la fiesta», porque en los últimos 41 años, España ha experimentado «un balance tremendamente positivo».
Por su parte, el presidente de las Cortes regionales, Pablo Bellido, ha reivindicado el espíritu de la transición y la búsqueda de fórmulas para el desbloqueo, al tiempo que ha celebrado que el Día de la Constitución todos están «unidos» pese a ser «diferentes» y defender intereses y visiones distintas porque «la Constitución nos une y nos iguala», ha sentenciado.
No obstante, ha apostado por identificar las «amenazas» del Estado que representan los que quieren presentar «un pasado acaso mejor que éste», los «populismos» y «los fatalistas, nihilistas o pasotas que piensan que no hay nada que mejorar».
Durante su discurso, Bellido ha manifestado que defender la Constitución es «defender el Estado social y democrático frente al egoísmo territorial», a quienes quieren poner en cuestión los avances en igualdad, a quienes niegan la violencia machista y a quienes ponen en entredicho la pertenencia de España a la Convención de los derechos de la infancia.
Al acto han acudido numerosas autoridades, como el expresidente de Castilla-La Mancha José Bono, los expresidentes de las Cortes Jesús Fernández Vaquero y Vicente Tirado, el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, y la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, además de representantes del mundo de la universidad, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha y entidades financieras y sindicales.