Entrevista al barón «rebelde» del PSOE. Preguntas de ciudadanos de todos los signos políticos, salvo de Vox. Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, ha sido el protagonista del programa Salvados, de La Sexta, conducido por Gonzo, en el que tenían como objetivo analizar la situación política actual con el dirigente del PSOE que «le toca las narices a Sánchez», tal y como ha dicho el propio Gonzo y uno de los ciudadanos que ha participado.
Amnistía, Cataluña, referéndum, investidura de Sánchez y los votos de los diputados del PSOE de Castilla-La Mancha. Lo cierto es que Emiliano García-Page ha mantenido el discurso que ha realizado en las últimas semanas, recordando que su postura de oposición contraria al líder de su partido, Pedro Sánchez, es «coherente» con el programa electoral del PSOE, y reprochando los cambios de opinión del presidente del Gobierno porque le hacían falta los votos de Junts. «Hay que ser más honestos, y decir más abiertamente que la amnistía era necesaria para gobernar», ha subrayado Page.
Dejaría su acta antes de votar la amnistía
Una de las grandes polémicas de los últimos meses ha sido la insistente petición por parte del PP de que los diputados castellanomanchegos del PSOE voten en contra de la investidura de Sánchez, algo que Page ha criticado por alentar el «transfuguismo como si fuese un caramelo». Además, ha recordado que los diputados del PSOE lo son porque recibieron los votos para que Sánchez fuese presidente. Eso sí, a la pregunta de qué habría hecho él a nivel particular, ha explicado que «seguramente dejaría mi acta».
Cuestionado por uno de los militantes sobre si su opinión ha alimentado a la derecha por el impacto mediático que ha tenido, Page ha recordado que pidió una reunión con Sánchez, pero este «estaría ocupado», ha respondido con sorna.
Además, ha insistido que el alimento de la derecha, en especial el de Vox, son precisamente «las concesiones a los independentistas».
Un dos a Sánchez en unidad nacional
Gonzo le ha pedido que calificase su relación con Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, a la que Page ha puesto un 5, recordando que cuando era presidente autonómico llegaron a pactos, pero también recordando que hay cosas que les diferencia. Sobre la nota que le pone a la que tiene con Sánchez, Page ha dicho que en todo lo relativo a la unidad nacional y las relaciones con las comunidades autónomas, le podría un 2, mientras que en política social coincide «en un 8».
Las dos partes de la legislatura
También ha sido cuestionado sobre si cree que la legislatura actual, con los pactos que ha tenido que conseguir Sánchez para ser presidente, va a ser duradera, a lo que Page ha respondido que no cree que se mantenga durante cuatro años. Así, ha resaltado que va a tener dos partes, una primera hasta que Puigdemont «cruce la Junquera», es decir, cuando regrese a España, y otra en la que el expresidente de la Generalitat vuelva a la política desde aquí, dando a entender que esa parte será más complicada.
¿Le gustaría ser candidato del PSOE?
Otro de los temas tratados en el programa ha sido si Page dará «batalla» para liderar el PSOE si en algún momento el Gobierno de Sánchez cae. «Bajo ningún concepto», ha respondido el presidente regional.
Y es que muchas miradas se dirigen al líder del PSOE castellanomanchego para que siga presentando «pelea» contra Sánchez, aunque Page ha pedido huir de la política de «trincheras», explicando que, si alguien se ha sentido decepcionado por no ir más allá en su oposición a Sánchez, él no se lo plantea «como si fuese el teatro» y haya que dar más espectáculo, sino con la «coherencia» que cree que se tiene que tener para seguir el programa electoral, dado que el propio PSOE aseguraba que la amnistía no cabía en la Constitución.
En este sentido, Page ha reconocido que mediáticamente se ha quedado solo dentro del PSOE, pero «de fondo» tiene mucho más apoyo del que parece. También ha recordado la «tensión» que se respiraba en el Comité Federal en el que criticó la amnistía y él ha defendido «lo mismo» fuese donde fuese, no así otros compañeros que «pidieron perdón» por haberla criticado.