Gobierno de Castilla-La Mancha y diputaciones provinciales de la región han firmado el nuevo plan de empleo, pactado con sindicatos y patronal, una foto que hace gala del entendimiento que existe en la región, con gobiernos de distinto signo político (PP y PSOE) rubricando el acuerdo, una situación que contrasta, en palabras del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, son la situación que se produce en la política nacional, donde cree que se impone el «relativismo político», aquel que hace que «ganar las elecciones legítima para cambiar de opinión a conveniencia».
El presidente regional lo hace en referencia a las críticas que recibe por criticar los pactos de su partido nacional con los independentistas, sobre todo por la posible ley de amnistía que se negocia, por lo que ha expresado que «los que más me critican por opinar son aquellos que defienden el derecho a cambiar de opinión», recordando que en Castilla-La Mancha se pacta por «conveniencia», mientras que en España se hace «por necesidad», en relación al posible pacto de su partido con Junts.
Y es que hoy el presidente regional ha vuelto a ser muy duro con la amnistía, dado que ha subrayado que esta no se puede convertir en «amnesia».
«Si olvidamos lo que pasó, solo puede traer que se vuelva a repetir», ha insistido el presidente de Castilla-La Mancha, por lo que ha puesto en valor el acuerdo suscrito hoy, ya que cree que hay mucha gente en el país que quiere que se produzcan estos acuerdos entre PP y PSOE.
«Que se pongan de acuerdo el PP y el PSOE en algo, reivindica algo fundamental, la gente quiere que los grandes partidos discrepen en muchas cosas, porque va en la lógica democrática, pero que no lo hagan en todo por sistema», ha exclamado.
«No se puede votar lo que va en contra de la Constitución»
Page también ha recordado que con las negociaciones de la amnistía, nadie ha reclamado que esta se vote en un referéndum, recordando que tampoco lo han hecho aquellos que «plantean un referéndum para hablar de romper España o para conseguir privilegios», algo que, según ha subrayado, no se puede votar ni en Cataluña ni en España nada que vaya en contra «de la unidad de España ni de la Constitución».
«Se pueden votar muchas cosas, peros otras solo se pueden hacer si hay reforma constitucional», ha incidido, recordando que ahora que en los partidos están de consultas internas por la amnistía, quizás, ha ironizado, «nos podemos encontrar con sorpresas, a lo mejor la semana que viene el supremacista Puigdemont pasa a ingresar de botifler», término que han empleado los secesionistas para hablar despectivamente de quienes defienden la unidad de España, en referencia al mote que se les ponía a los seguidores de los Borbones en el siglo VIII: