El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha respondido a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, diciendo que solo ha tenido «una camiseta» en política, la del PSOE, pero que esta «no es de fuerza» y que él lucha «porque Puigdemont no ponga una camisa de fuerza a todas las instituciones».
Y es que Page ha lamentado el «frentismo» en el que cree que se ha instalado la política española, en la que hay una «lucha de bloques fratricida» donde nada se puede hablar con el bloque contrario, y además ha reprochado que si alguien alza la voz contra ello parece «un sacrilegio y en seguida te echan la camiseta encima», en referencia a las palabras de la vicepresidenta, que ayer le pedía a Page que recordara cuál era su camiseta.
«Como presidente de Castilla-La Mancha, la única camiseta tengo es la de mi tierra, pero como animal político, como persona, solo he tenido una camiseta, y antes de los que ahora la reparte, siempre he tenido la del PSOE y la he defendido hasta el punto de costarme algún tropezón», ha remarcado Page.
En este sentido ha recordado que lo que aprendió desde joven es que en el PSOE la camisa no es de fuerza, sino que es «una camisa de libertad», con la que «se pueden decir las cosas con el ánimo de mejorar».
«¿Cuál es el problema que tenemos? El frentismo que se alimenta con un populismo enormemente fratricida y el populismo que ha cogido tintes transversales, que se cuela hasta cuando uno no comparte algo al 100%. Son dos fenómenos (frentismo y populismo) que hay que tener identificados y combatirlos», ha abundado Page.
Aunque Page ha querido mandar un mensaje «optimista», recordando que la posición de España es la de una potencia que se ha hecho un hueco en la economía mundial sin tener los recursos que tienen las grandes potencias, como el gas o el petróleo. Así, ha recordado que solo hace décadas no estaba ni en la Unión Europea y que algunos la veían «en Marruecos».
Pero ha pedido que en la política acabar con esos dos factores, porque la sociedad española no es así, pero se puede contagiar de esa dinámica política.