Page, junto a la bordadora lagarterana de fama nacional Pepita Alía.
En su primer acto del día, en el municipio toledano de Lagartera, el candidato socialista en Castilla-La Mancha. Emiliano García-Page, se ha extrañado y ha criticado que a estas alturas aún no se sepa ni siquiera dónde se va a celebrar es año el Día de Castilla-La Mancha, que es el 31 de mayo, junto una semana después de las elecciones municipales y autonómicas.
«A estas alturas ya sabíamos otros años que iba a pasar, dijo Page», quien además ha propuesto al Gobierno que elija un colegio para el acto institucional, como símbolo de la importancia de la Educación y de que ella es la base de todo lo demás.
Precedido por el candidato a la Alcaldía de Lagartera, Manuel Arias; y de la número dos de la lista autonómica por Toledo, la talaverana Agustina García, Page destacó la gestión socialista en CLM y los avances que se produjeron en los servicios públicos en el mundo rural. Tras acusar a María Dolores de Cospedal de «haber destrozo todo lo que estaba mal y todo lo que estaba bien», Page pidió el voto a los lagarteranos y rompió el programa previsto para desviarse a visitar la casa de Pepita Alía, la bordadora lagarterana de fama nacional y algunos de cuyos trabajos han llegado hasta la Casa Real española y madre del prestigioso decorador Tomás Alía.
En su casa, un auténtico museo de piezas artesanas, bordados y fotografías, la bordadora, de 85 años, le fue describiendo algunas de las fotos y piezas más características.
«No puedes venir a Lagartera y no visitar a Pepita Alía», se excusó Page continuó la ruta del día, con próxima parada en Oropesa.