El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha indicado que no descartaría que el Partido Popular, si se celebrasen unas segundas elecciones, «no hiciera un cambio sustancial». Durante su visita a Fitur, se ha pronunciado así sobre el panorama político nacional y las negociaciones entre partidos tras los comicios del 20 de diciembre.
Sostiene que en el PSOE «vamos a seguir con la hoja de ruta planteada por el propio secretario general», esto es, «dejar que lo intente Rajoy«, si bien considera que «es difícil». Añade que, «si nos toca la responsabilidad de dirigir, lo vamos a intentar dentro de unos límites muy claros y muy comprensibles para la opinión pública; nunca a cualquier precio y, en todo caso, buscando diálogo a lo largo de la legislatura».
El dirigente socialista opina que el escenario político que ha quedado tras las elecciones es «complicado» y «muy perverso», pero «por intentarlo no va a quedar». Page dice que no se puede «negociar a la aventura»; «no sé por qué alguien se extraña de que se planteen límites a cualquier discusión. No hacerlo sería peligroso porque significaría que vale todo».
Por último, y sobre la cuestión catalana, indica que está a favor de tender puentes hacia el independentismo pero «sabiendo que cada uno está en un lado del puente». Cree que «para entendernos hay que usar la cabeza; cualquier otro órgano del cuerpo que cojamos o por el que nos cojan está mal».