«No tengo inconvenientes en que vengan ingleses y belgas«. Así de contundente se ha mostrado el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, después de que el gobierno de Reino Unido impusiese una cuarentena a los viajeros con procedencia España y de que Bélgica recomendara no viajar a todo el territorio nacional.
Una palabras que chocan frontalmente con las del director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, que ayer decía sobre estas posturas de Reino Unido y Bélgica que nos hacían un favor porque así se importaban menos casos.
En el acto de la firma de un protocolo para mejorar la atención a personas mayores celebrado en Jadraque (Guadalajara), Page ha ido más allá y asegura que «ya nos las apañaremos si alguien tiene síntomas«, puesto que ha recordado que tienen la «obligación» de prestar atención sanitaria a cualquier ciudadano con la tarjeta sanitaria europea.
Y es que el presidente regional ha festejado que tengamos «la mitad de la región llena», en cuanto a ocupación turística, y ha remarcado que ya es incluso «difícil» encontrar «una casa rural o centros de ocio».
Eso sí, ha recordado que las pautas de consumo han decrecido y las jornadas turísticas han reducido los horarios, lo que puede repercutir negativamente en el sector turístico, puesto que cada vez más la gente opta por «consumir en casa» y «se mueve menos», pero ha confiado en que no tenga que sacar un nuevo paquete de ayudas a los autónomos, porque será síntoma de que la economía va funcionando. «Estamos todos rezando», ha subrayado.