El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha anhelado un cambio en la Ley Electoral de España, para que así no dependa de «una minoría del 4%», en clara mención a los partidos independentistas, que cree que fuerza al Gobierno de España a «pasar por taquilla» para conseguir su apoyo.
«Autonomía no es independencia», ha defendido el presidente regional en un día «histórico», puesto que hoy las Cortes de Castilla-La Mancha toman en consideración el nuevo Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha e inicia su tramitación parlamentaria, un marco legislativo que ha sido pactado entre PSOE y PP y que en un año podría estar aprobado.
Y es que Page cree que las autonomías tienen «un papel importantísimo para frenar las ansias del independentismo», mientras llega esa reforma de la Ley Electoral, poniendo en valor el acuerdo alcanzado en Castilla-La Mancha y expresado que «ojalá nos pusiéramos de acuerdo» en el plano nacional para realizar ese cambio, porque entiende que es «una clara corrección que habría que hacer a futuro».
«Las autonomías somos más garantes que algunos políticos en España, porque defendemos lo mismo, no significa que queramos más que otros, pero compartimos las mismas soluciones, entiendo que Cataluña necesite más, el País Vasco necesite más, pero el grueso que gestionamos en lo mismo», ha expresado Page.
«La amnistía no cabe en la Constitución»
Page también ha querido poner en valor que todas las autonomías pusiesen tener Estatuto de Autonomía, porque de lo contrario, y si solo hubiesen sido algunas de ellas, habría habido una España «a dos velocidades».
«La Constitución nos ha ampliado derechos», ha defendido el presidente, justo antes de recordar los debates de los constituyentes, en los que, según ha expresado, hasta en dos ocasiones se debatió y votó en contra de incluir la amnistía en la Constitución.
«Se debatió dos veces y se rechazó como figura jurídica en la Constitución, que no cabía en la constitución», ha subrayado.