El presidente de Castilla-La Mancha y candidato a la reelección, Emiliano García-Page, ha expresado martes, si revalida su cargo el próximo 28 de mayo, su «compromiso claro de congelación fiscal» y ha adelantado su intención de volver a pactar la política fiscal con empresarios y sindicatos.
De hecho, el primer compromiso que quiere firmar con los agentes sociales irá «a favor del empleo, la atracción de empresas y para que la política fiscal no sea un problema para nadie» sino un medio «para financiar los servicios públicos para todos», de tal manera que esa presión fiscal se mantenga «baja, de las más bajas de España».
En un encuentro abierto con la ciudadanía en el Mesón Casa Carmelo, junto al alcalde y candidato a la reelección, Eduardo Jiménez, García-Page ha comentado igualmente su intención de «seguir ahondando en deducciones, no dirigidas al mundo mundial, sino dirigidas claramente a fines sociales», como aquellas que han beneficiado a pueblos afectados por la despoblación, en los que han generado la llegada de nueva gente y que haya empresas, así como la recién incorporada este año para aliviar el impacto de la inflación.
El camino de Ocaña a ser ciudad
Para Ocaña va a plantear, ha anunciado, «una operación de desarrollo de suelo para atraer grandes empresas» al polígono «estratégico» con el que cuenta el municipio, a fin de que, a la vuelta de unos años, Ocaña pueda convertirse en «ciudad».
Algo a lo que contribuirá también el nivel de crecimiento actual que, «si se plantea bien», ha sugerido Page, puede hacer «que los próximos diez años sean los diez mejores años de Ocaña. Vamos a trabajar por eso», ha apuntado.
Emiliano García-Page ha valorado el trabajo realizado por el alcalde estos años pese a la herencia «verdaderamente escandalosa» que se encontró, punto en el que ha destacado «lo raro» que es que «algunos dirigentes no estén todavía en prisión» teniendo en cuenta, que antes de la llegada del Eduardo Jiménez, «aquí se dieron muchas patadas al Código Penal».
«Se hicieron muchas cosas muy mal hechas y probablemente abusaron algunos» de la enorme capacidad «de resistencia y de buena fe» que tuvo con ellos la oposición y que tuvo el propio Jiménez cuando cogió el bastón, momento el que se encontró, además, una deuda «de las más feas que había en Castilla-La Mancha».
Al respecto, Emiliano García-Page ha considerado que no hay que tener en cuenta la herencia para «reprochársela al que estuvo» y ha recordado que el PSOE, en la Presidencia de la Junta, siempre dijo que no iba a utilizar «lo mal que nos dejaron las cosas para incumplir el programa electoral», al contrario de los que aprovecharon la herencia como «forma de justificar los recortes que vinieron después» y que él se ha planteado «recuperar».
Page ha mostrado un «sentimiento de orgullo, de honra enorme» por la persona de Eduardo Jiménez, quien por su parte ha valorado que el también presidente autonómico haya estado disponible cada vez que le han llamado para solicitar alguna cosa. «Has estado sin ni siguiera preguntar».