Visiblemente contrariado por las sospechas que se ciernen sobre la obra del hospital de Toledo se ha visto al alcalde de la capital.
A las preguntas de los periodistas sobre las manifestaciones de la presidenta de Castilla-La Mancha respecto del proyecto, ha dicho que «están poniendo todos los pretextos del mundo para intentar cargarse el hospital de Toledo, no sé porqué le han cogido manía». Emiliano García-Page ha reiterado que no consentirá que la capital tenga «ni un hospital de segunda, ni de tercera, ni medio hospital», al tiempo que ha pedido al PP que cumpla su promesa de acabar las obras, que era lo que pedía cuando estaba en la oposición.
Sobre los recortes anunciados ayer por María Dolores de Cospedal, el alcalde de Toledo ha manifestado que «la han votado para que arregle los problemas económicos», pero asegura que no puede hacerlo «tirando a la basura todo lo conseguido en estos años».
El dirigente socialista ha asegurado compartir que «todos tenemos que apretarnos el cinturón», pero ha lamentado que las medidas no se hayan anunciado antes de las elecciones y ha pedido que «el coraje que han tenido para cortar, le deberían haber tenido para contárnoslo antes de las elecciones».
El alcalde cree que la tijera no «va a parar aquí» y augura que nos «quedan sorpresas por ver». En cuanto a la posibilidad de que los hospitales, incluido el de Toledo, tengan gestión privada dice que no está en contra del modelo, pero que hay que tener cuidado. «Lo que me preocupa es que alguien haya visto oportunidad de negocio, tengo curiosidad por saber quién quiere llevarse el negocio del hospital de Toledo».