El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado que no se plantea «bajo ningún concepto el dilema entre usar o no la tecnología en el sistema educativo», porque cree que este sistema no se puede permitir el «analfabetismo tecnológico».

Unas palabras que vienen después de que hace una semana el Gobierno madrileño de Isabel Díaz Ayuso, anunciara que prepara un decreto para prohibir que alrededor de 2.000 centros de educación Infantil y Primaria sostenidos con fondos públicos usen individualmente en clase ordenadores, tablets o móviles.

Al respecto, el presidente castellanomanchego ha considerado que «el último que se puede permitir analfabetismo tecnológico es el sistema educativo, porque si lo tiene el sistema, lo tendría la sociedad y puede llevar a la desigualdad». 

Unas declaraciones que ha hecho en la inauguración del VIII Congreso de educación de Castilla-La Mancha, Exducere, que se ha celebrado en el Palacio de Congresos ‘El Greco’ de Toledo y al que han asistido cerca de un millar de docentes de toda la región.

Compromiso con mejorar el sistema educativo 

Además, Page se ha comprometido con la mejora del sistema educativo «cuya inversión es necesaria e indispensable» y ha asegurado que «tener claras las prioridades nos permite decir que se tendría que poner muy mal para que, a diferencia de lo que ha pasado en otros momentos, le llegase algún tipo de recorte o aminoración al sistema educativo».

Así mismo, ha recordado que la educación es un deber y una obligación “que lleva implícito la prestación de un servicio”. En este sentido, ha manifestado que el superávit registrado en Castilla-La Mancha le permite asegurar que “el sistema educativo, la sanidad y las prestaciones sociales están a salvo de cualquier problema”.

Tras agradecer a todos los asistentes su participación en este congreso y su trabajo diario como docentes, ha deseado la mejor de las suertes en el desarrollo de este encuentro porque del éxito del mismo “depende el éxito de la mayoría”, ha concluido