El presidente regional, Emiliano García-Page, ha puesto de manifiesto hoy que Castilla-La Mancha «no puede ser moneda de cambio de nada». Así se ha pronunciado al ser preguntado por si la abstención del PSOE en la investidura de Mariano Rajoy puede causarle problemas en la comunidad. Ha añadido que «si alguien piensa eso se equivoca» y confía en que Podemos no entre «en filibusterismos políticos».
Tras la entrega de los reconocimientos otorgados por la Fundación Mapfre a empresas beneficiarias del programa «Accedemos» -un acto en el que ha estado presente la infanta Elena de Borbón, directora de proyectos sociales de esta institución- el también secretario general de los socialistas castellanomanchegos ha señalado que en septiembre, en un mismo día, «ya desayuné con una convocatoria de un congreso inoportuno en el PSOE y con un certificado de defuncíon del pacto en la región». Si bien asegura que fue una «triste coincidencia», espera que las decisiones que haga Podemos Castilla-La Mancha las tome pensando en la comunidad.
Afirma que en su ánimo no está «agarrarse» al cargo y que no tiene intención de caer en la «trampa» que representa la colaboración ofrecida por la presidenta del PP en CLM, María Dolores de Cospedal, pues su «objetivo claro» es «hacer lo contrario a lo que hizo ella».
Por otro lado, y sobre el «no» que el Partido Socialista Catalán daría a la investidura de Mariano Rajoy, contraveniendo así lo acordado ayer en el Comité Federal del PSOE, ha dicho que «cuando el órgano de un partido toma una decisión se debe acatar», por lo que el planteamiento del PSC «me suena mal». Sostiene que el PSOE va a intentar que no se rompa el «cordón umbilical» que le une a los socialistas catalanes pero afirma también que, «si el PSC quiere desobedecer y romper, con que lo pida una de las partes vale». Por eso, defiende que en estos momentos «la pelota está en el tejado del PSC».
«Cada vez que el partido socialista ha tenido polémicas y se ha enfrentado ante decisiones graves, ha salido reforzado». García-Page se mostraba rotundo al afirmar que «del problema de hoy surgirá el PSOE de las grandes mayorías».
Ha destacado que, frente a la abstención para hacer posible el gobierno del PP, las otras alternativas eran un gobierno junto con independentistas o una coalición entre PP y PSOE, algo que los socialistas desecharon «desde el primer momento» porque su papel es «la oposición». «Quiero competir por ganar más al Partido Popular, no por ver quien odia más a Rajoy», ha indicado.
Por último y ante la ausencia ayer de Pedro Sánchez en el Comité Federal, el presidente ha dicho que es una decisión que respeta, aunque «hay gente a la que le hubiera gustado escucharle» y «yo prefiero dialogar con él en persona que a través de Twitter».