La alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, ha subrayado hoy que la sentencia del Tribunal Supremo (TS) sobre la autovía Toledo-Ciudad Real no cierra la puerta del proyecto, aunque supone un «parón», y ha insistido en la necesidad de conectar ambas ciudades con una de estas vías de comunicación.
Zamora ha dicho que el Ayuntamiento acata la sentencia del Tribunal Supremo que anula el proyecto de construcción de una autovía entre Toledo y Ciudad Real, por su grave afección a la naturaleza en los Montes de Toledo, pero ha apuntado que se ha abierto la cuarta opción a través de la autovía de Daimiel.
La regidora ha reconocido que el trazado a través de la autovía de Daimiel «es más largo y tendrá un coste mayor», pero ha apuntado que «salvaguarda los Montes de Toledo».
En este sentido, ha admitido que la sentencia del Alto Tribunal supone un «parón» para el proyecto, pero ha insistido en que «no cierra la puerta a este proyecto».
No obstante la alcaldesa de Ciudad Real ha comentado, como ya dijo ayer la consejera de Fomento, Elena de la Cruz, que habrá que esperar a que se forme un nuevo gobierno en España para empezar a trabajar de nuevo, puesto que «se trata de un proyecto conjunto» que necesita ir de la mano de ambas Administraciones.
Zamora ha asegurado que el Ayuntamiento de Ciudad Real mantiene su reivindicación, que es clara y así lo ha hecho saber en numerosas ocasiones, de que es necesario conectar Ciudad Real con Toledo, como también han reclamado en numerosas ocasiones los empresarios ciudadrealeños, la Cámara de Comercio y los propios ciudadanos.
El Tribunal Supremo confirmaba ayer la anulación del proyecto de construir una autovía entre Toledo y Ciudad Real conectándola con la Autovía de los Viñedos que ya invalidó el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM) «por su grave afección a la naturaleza en los Montes de Toledo».
El Gobierno de Castilla-La Mancha recurrió en marzo de 2015 la sentencia del TSJCM, pero la sentencia del Supremo no acepta sus argumentos y señala que la valoración de las pruebas realizada por el tribunal castellano-manchego no fue arbitraria, como alegaba el recurrente.
Organizaciones como WWF, Ecologistas en Acción y SEO/BirdLife, se habían opuesto a este proyecto por su grave afección a especies protegidas como el lince ibérico, la cigüeña negra o el águila imperial.