El candidato de Podemos a la Presidencia de la Junta de Comunidades, José García Molina, ha apostado por gastar mejor el dinero público con criterios de eficiencia y eficacia, en vez de aplicar políticas de austeridad de las que Castilla-La Mancha «ha sido punta de lanza».
García Molina, que se ha reunido en Talavera con el profesor de Economía Jorge Uxó y otros economistas de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), ha afirmado que Castilla-La Mancha ha sido la «punta de lanza» de las políticas de austeridad que se han aplicado en todo el país.
Frente a estas políticas, García Molina se ha mostrado partidario de «una clara y decidida» lucha contra la corrupción y el fraude fiscal, porque a su juicio «queda mucho trabajo por hacer».
Según ha comentado, solo hay un trabajador de Hacienda por cada 1.958 trabajadores o pequeños y medianos empresarios que están tributando, cuando en Francia hay el doble y en Luxemburgo cuatro veces más.
En este sentido, ha señalado que uno de los datos más «estremecedores» es que el 90 por 100 de esos trabajadores de Hacienda se dedica a controlar a las pequeñas empresas y solo el 10 por 100 a las grandes, cuando las multinacionales ocupan un 70 por 100 del fraude fiscal.
Por otra parte, ha defendido el «rescate ciudadano» que plantea Podemos en su programa, que genere condiciones de vida dignas para las personas, en cuanto a vivienda, alimentación y suministros básicos como el agua, la luz o el gas.
Pero para que sea posible se requiere hacer una reforma fiscal «mucho más progresiva» en Castilla-La Mancha, «que asegure que las personas que ganan más de 50.000 euros al año (un 5 por 100) contribuyan más al bien común», ha añadido.
García Molina ha abogado por la necesidad de hacer un plan de rescate para autónomos y pymes, en el que se pueda llevar a cabo un procedimiento judicial simplificado que les permita algo parecido a la dación en pago, es decir, equiparar el bien hipotecario con la deuda que tienen adquirida.
«Hay motivos para pensar que España y Castilla-La Mancha no son lugares donde el gasto público sea exagerado, pero hay que reforzar dos cuestiones: cómo ingresar más a las arcas públicas y cómo gastar mejor, atendiendo a criterios de eficacia y eficiencia», ha concluido.