García Molina ha detallado estas fechas en declaraciones a Efe, un día después de que el presidente regional, Emiliano García-Page, le ofreciese -en una reunión mantenida en el Palacio de Fuensalida, sede de Gobierno regional- entrar en el Gobierno para desbloquear el escenario presupuestario.
«El ofrecimiento me pareció que era honesto e intentaba tirar de colaboración, de confianza, de garantías que generen una estabilidad política en la región», ha aseverado García Molina, quien ha apuntado, no obstante, que lo han recibido con «cautela», ya que ha insistido en que tienen que consultar a la dirección del partido, al Consejo Ciudadano y a la militancia.
Así, frente a las declaraciones de su compañero en las Cortes regionales, David Llorente, que ha criticado que el acuerdo de gobierno es una decisión personal del líder regional de Podemos, ha respondido que «la decisión no la va tomar ni un diputado ni el secretario general».
«Las decisiones importantes, y lo pone en nuestros documentos, las tiene que tomar la gente y no los diputados», ha aseverado García Molina, quien ha apuntado que, en estos momentos, «no están sobre la mesa» los nombres de quiénes podrían ocupar una vicepresidencia del Ejecutivo y asumir la coordinación del Plan de Garantías Ciudadanas, cargos que les ha propuesto el presidente del Gobierno autonómico.
Del mismo modo, ha apuntado que aún no han pensado qué fórmula utilizarán para preguntar a la militancia y si les realizarán dos preguntas, una sobre la entrada en el Gobierno y otra sobre la aprobación del presupuesto de 2017, que rechazaron hace tres meses.
Por otra parte, García Molina ha explicado que un día antes de la reunión, cuando le llamó García-Page para fijar la cita, avisó al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, sobre la misma.
«Le dije que se abría una vía para desatascar la situación y que íbamos con buen ánimo», ha apuntado el dirigente de Podemos, quien ha añadido que las decisiones que toma el partido en la región son «autónomas», si bien ha agradecido la palabras de Iglesias, quien en la red social Twitter le felicitó por el acuerdo y defendió que «a veces solo gobernar garantiza el cambio».
Preguntado por sus palabras hace unos meses, cuando afirmó tras la ruptura del acuerdo de investidura con García-Page que «lo que está muerto, está muerto y no se puede resucitar», García Molina ha confirmado que «lo que está muerto, está muerto», si bien ha apuntado que ahora «se inicia una etapa distinta».
«Ahora se abre otro tiempo, otra escena, es mi convicción generar garantías y aquel acuerdo demostró que no había garantías», ha argumentado el dirigente de la formación morada, que ha explicado que el ofrecimiento de García-Page pasa por que ellos se encarguen de gestionar ese área.
Así, ha apuntado que la posible coordinación del Plan de Garantías Ciudadanas permitirá revisar que se cumpla el mismo, que se asienta sobre los programas de garantía habitacional, garantía de los suministros básicos del hogar y garantía de rentas.
Con ello, ha explicado que la coordinación de este área no supone que hayan «pedido la salida de nadie», de modo que «no se trataría de una crisis de Gobierno», de un cambio de consejeros, «sino de una ampliación».