A la izquierda José García Molina y a la derecha David Llorente, diputados de Podemos en las Cortes de Castilla-La Mancha.
Podemos ha roto el pacto de investidura con el PSOE en Castilla-La Mancha y lo ha dado por «muerto», tal y como ha leído en un comunicado esta misma mañana el secretario general de los podemitas en la región, José García Molina. Y dos son las causas, a su entender, de la defunción: «El desaliento y la vergüenza». García Molina estaba acompañado de David Llorente, también diputado de Podemos en las Cortes regionales; y por María Díaz, secretaria de Organización de Podemos CLM.
Molina ha leído un comunicado y no han permitido preguntas de los periodistas. «El pacto -ha recalcado- murió esperando a que una parte de sus valedores le insuflara aliento, pero sobre todo ha muerto por vergüenza al percatarse de la falta de verdad en la palabra dada por algunos».
En ese momento ha citado a Pericles, «quien decía que tenía por norma respetar la libertad en asuntos públicos sin enojarnos con nuestros vecinos. Y nuestro vecino, el Gobierno de Page, ha actuado espontánea y unilateralmente durante un año, más ocupado en anuncios que en obras, en lo que se mueve en Ferraz que en lo que pasa entre las Cortes y el Palacio de Fuensalida (sede del Gobierno autonómico), en decapitar a Sánchez que en dar vida a Castilla-La Mancha».
Molina ha querido dejar claro que ellos «nunca provocamos una teatralizada guerra de amenazas, se lo dejamos a otras siglas. Hemos sido pacientes y dialogantes, pensando en los mejor para Castilla-La Mancha, pero cada cosa tiene un tiempo y un límite, y el tiempo de espera ha terminado, los límites del acuerdo cada vez se han hecho más evidentes y no podemos obviarlos».
El secretario general de Podemos ha dicho que confían «en la fortaleza del alma, las penurias sabremos afrontarlas mejor que ellos, que viven en la permanente fatiga».
El debate sincero, ha afirmado, «no perjudica a la acción política, la perjudica no entender ni comprender lo que el diálogo tiene que enseñarnos antes de hacer las cosas por cuenta propia, no podemos ignorar la posición indolente de quien no quiere escuchar ni hacer lo que la gente precisa, quien pretende seguir igual que antes sin asumir que todo ha cambiado. Las aspiraciones de la gente de esta región no son las de antes, (el Gobierno del PSOE) no se atreve a superar los límites para superar el más de lo mismo y el menos de lo mismo».
Y ha finalizado diciendo que «son duras las pérdidas que uno no desea, pero la restauración de las políticas que vinimos a impugnar no es una opción. Se abre un tiempo de duelo y de reflexión en soledad para asumir la pérdida y trazar nuevos horizontes, seguimos trabajando y pidiendo que este tiempo de reflexión se respete».