«Hace cien días, Castilla-La Mancha cambió de Gobierno para cambiar de políticas.
Después de tanta crisis y de tanto destrozo, en CLM era tal la situación, el dramatismo de miles y miles de personas, que el mismo 25 de mayo ya advertimos al nuevo Gobierno que no tenía ni un solo día de gracia porque había muchas desgracias que atender e injusticias que corregir. Desde el primer minuto.
Antes y después de las pasadas elecciones autonómicas, mi sindicato definió con claridad la prioridad que, junto con UGT, llevamos años reivindicando, frente al rechazo sistemático del Gobierno Cospedal: un Plan de Choque para las personas que carecen de empleo y de prestaciones.
El aumento exponencial del paro de larga duración y la absoluta desprotección de quienes lo sufren por parte de los gobiernos central y autonómico en manos del PP han provocado una situación de ‘emergencia social’ gravísima; y lo primero que hay que atender son las emergencias. De esto no me cabe duda; creo no le cabe duda a nadie con buena fe. También lo ha entendido el nuevo Gobierno. Llevamos, no cuatro meses sino cuatro años de retraso, pero cada minuto que pasa ya estamos tardando.
Tampoco podían esperar los miles de niños que el pasado verano corrían el riesgo de quedarse sin comer por la falta de ingresos de sus familias. Por eso era imprescindible abrir los comedores escolares. Como era perentorio reparar el maltrato sufrido por los dependientes, no solo abandonados sino además despreciados, vilipendiados y humillados por el Gobierno Cospedal.
Han pasado cien días. Han cambiado las formas, que es muy importante –y más aún después de una legislatura ominosa-; y parece clara la voluntad del nuevo Gobierno de reconstruir, reparar y poner las bases para la recuperación económica y social de Castilla-La Mancha.
El cambio político, el cambio de políticas, tiene que certificarse y acelerarse ahora, en el momento de presentar el proyecto de presupuestos. Y, por tanto, de establecer prioridades.
Es cierto que la crisis, la pésima gestión, los desatinos, tropelías y destrozos de los últimos cuatro años también han dejado maltrechas a las arcas públicas. Las dejaron tiritando. Pero el nuevo Gobierno de Castilla-La Mancha debe tener claro que hay necesidades para las que no puede faltar el dinero.
Las necesidades acuciantes, vitales, de las personas»
José Luis Gil, secretario general de CCOO CLM.