El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, convocará una Conferencia de Presidentes en septiembre -ha anunciado hoy el presidente andaluz, José Antonio Griñán– cuyo objetivo será lanzar una imagen de unidad y fortaleza de España y sus administraciones a los mercados y a la UE.
En rueda de prensa tras reunirse durante hora y media con Rajoy, Griñán ha señalado que dicha Conferencia abordaría objetivos prioritarios del Estado, como puede ser la educación o la sanidad, así como un pacto contra el fraude fiscal, social y laboral.
Además, los presidentes autonómicos deberían, a juicio de Griñán, analizar los ingresos y los gastos y los problemas estructurales que acarrean, punto en el que ha abogado por un acuerdo similar al Pacto de Toledo sobre las pensiones para la sanidad y la educación.
Para luchar contra los problemas en los ingresos, Griñán propone combatir «claramente y con contundencia» el fraude.
«¿Cómo no ser corresponsables en un país en el que los ingresos se han desplomado, para todos?», se ha preguntado el presidente andaluz, quien ha cuantificado en un diez por ciento el descenso en lo que ingresa su comunidad.
Respecto a los gastos, ha pedido actuar sobre las «tensiones estructurales» de la sanidad, para lo que ha solicitado que se reúna la comisión de gasto sanitario de Consejo de Política Fiscal y Financiera, que hace más de un año que no lo hace.
Griñán ha reclamado que la Conferencia de Presidentes revise la separación de las políticas activas y pasivas de empleo y ha dicho que su comunidad acudirá exigiendo que la educación sea la «prioridad absoluta» de España.
Ha exigido asimismo que se reúna la comisión permanente de evaluación del sistema de financiación porque la aplicación del actual modelo está perjudicando, entre otras, a su región, además de a la Comunidad Valenciana, Murcia, Castilla-La Mancha y Canarias, todas ellas con una financiación per cápita por debajo de la media.
Griñán ha calificado la primera reunión que mantiene con Rajoy desde que fuera reelegido presidente andaluz de «cordial y distendida» y ha avanzado que ambos han abordado los problemas de financiación tanto de España como de las comunidades.
Ha hecho hincapié en que es importante que el problema de liquidez de las administraciones no se convierta «en un problema de solvencia» para lo que es preciso fortalecer la cooperación institucional lo que redundará en una recuperación de la economía.
Según ha contado, más que de los problemas de financiación «o de si va a haber rescate o no», ha hablado con Rajoy de la coincidencia en la «irracionalidad» de la evaluación que los mercados hacen del «valor real» de España y de que todas las administraciones tienen «que empujar» para dar «imagen de solvencia».
Ha defendido el Estado de las autonomías porque son «parte de la solución y no parte del problema» y ha considerado que hay que «jerarquizar» las competencias para establecer el objetivo de déficit y establecer prioridades porque «no importa tanto quién gestiona el gasto, sino qué gasto se gestiona».
Tras insistir en que Andalucía está comprometida en el cumplimiento del objetivo del déficit fijado por el Gobierno, ha declarado que su deuda por habitante es la mitad de la media del resto de las autonomías.
Por ello, ha añadido, su comunidad no acudirá al fondo de liquidez autonómico, aunque sí reclama que se reúna la comisión permanente de evaluación del sistema de financiación para que revise el actual modelo.
Griñán ha negado que Andalucía sea una de las comunidades «amonestada» por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas tras el último Consejo de Política Fiscal y Financiera que, ha dicho, no le gustó porque fue de «ordeno y mando» cuando es un órgano de cooperación institucional.
En su opinión, la reunión con Rajoy ha estado presidida por el espíritu de cooperación y la lealtad institucional, el primero, porque Andalucía ha reiterado su compromiso con el déficit y, la segunda, porque le ha transmitido sus discrepancias en el reparto del margen de déficit autorizado por la UE para España.
Así, ha reclamado que el punto en el que Europa ha flexibilizado el objetivo de déficit para este año -al pasar del 4,5 al 5,5 por ciento del PIB- se reparta entre las comunidades autónomas.
Además, ha sugerido que ese reparto pudiera ser del 60/40, con lo que las comunidades dispondrían este año del 2,3 por ciento del PIB de déficit, en lugar del 1,5 por ciento actual, algo que podría hacerse en función de la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
Por último, y preguntado por el pacto fiscal aprobado en el Parlamento de Cataluña, Griñán ha indicado que no comparte «en absoluto ningún sistema de cupo».