Fiel a su estilo, Carmen Riolobos no ha dejado títere con cabeza de los líderes socialistas. En esta ocasión ha tirado hacia lo más alto y sus «víctimas» han sido el secretario general nacional, Alfredo Pérez Rubalcaba; la vicesecretaria general, Elena Valenciano; y el secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
A los tres los ha definido como «el triunvirato calavera». ¿Por qué?
«Pues porque, desgraciadamente, creemos que los tres lo que han querido es dañar la imagen de la Sanidad en Castilla-La Mancha haciendo una montaña de un grano de arena. Es más, ninguno de estos tres dirigentes del PSOE dijeron nada cuando se modificaron los horarios o se cerraban centros de salud en horario vespertino desde 2007 en Andalucía».
Por eso Riolobos lo ha definido «como una batalla política y sectaria, una estrategia diseñada para dañar la imagen de la región: quieren sacar rédito político por dos razones: por el trabajo que ha hecho Cospedal y porque ella es la secretaria general del PP. Intentan matar dos pájaros de un tiro».
La portavoz del PP en la comunidad autónoma ha insistido en que la Sanidad en la región está perfectamente garantizada «y no entendemos el follón que ha montado el PSOE nacional, con una actitud ruin, mezquina y abominable sembrando una alarma innecesaria. Es carroñero lo que han hecho, todo permitido por Page».
Llegados a este punto, Riolobos ha vuelto a recordar la herencia que dejó el PSOE: «No pagaban los medicamentos, las prótesis, los suministros de alimentación, la limpieza, las vacunas de los niños… Son los mismos que ahora se rasgan las vestiduras cuando el Gobierno ha hecho una reestructuración de los servicios para sacar más rentabilidad desde el punto de vista asistencial».
La dirigente «popular» ha afirmado que está convencida de que al final el Tribunal Superior de Justicia dará la razón al Sescam. Y respecto a la opinión del Colegio de Médicos de CLM, quienes dijeron que la medida adoptada por el Gobierno era una barbaridad, Riolobos ha dicho que respeta tanto la opinión del Colegio de Mdcicos como el auto del TSJ, pero considero que es funfamental que el gobierno, que es un poder distinto, tenga capacidad para decidir cómo organiza los servicios sanitarios o educativos con criterios de austeridad y de máxima rentabilidad».