La portavoz regional del PP, Carmen Riolobos, ha tachado hoy de «bochornoso espectáculo, propio de caciques», lo sucedido el pasado viernes durante la votación de la Ley Tributaria, con el que, se su juicio, el presidente regional, Emiliano García-Page, «desprestigia al parlamento autonómico con un uso partidista, más propio de una república bananera».
La portavoz regional del PP ha enfatizado que la Ley de Medidas Administrativas y Tributarias «no se aprobó en el pleno celebrado este viernes, porque se hizo de una forma irregular y saltándose la ley y el reglamento de las Cortes de Castilla-La Mancha», algo que han confirmado los propios servicios jurídicos del parlamento regional, ha apostillado.
Para Riolobos, «Page y el PSOE se comportan como si fueran los amos del parlamento autonómico», con una actuación que «es saltarse a la torera el reglamento, vulnerar los principios fundamentales de la Democracia y una falta de respeto a los castellano-manchegos, a los diputados del parlamento regional y a toda la cámara en la que está representada la soberanía de Castilla-La Mancha».
UNA «CHAPUZA» DE LA DEMOCRACIA
A juicio de la portavoz regional del PP, «esta chapuza y alteración de la democracia es más grave, si cabe, porque se ha intentado engañar tanto a los diputados de las Cortes de Castilla-La Mancha como a todos ciudadanos de la región, dando por aprobada una ley que, por una parte, no ha sido realmente aprobada y, por otra, intentando alterar un resultado que era de no aprobación de la ley de forma marrullera».
Dicho esto, ha querido dejar claro que esa ley no está aprobada y que «en este momento la única ley aprobada al respecto es la que presentó en las Cortes de Castilla-La Mancha la presidenta Cospedal, que es la que en estos momentos está en vigor».
Dicho esto, ha afirmado que el PP confía en que el Parlamento autonómico «no se comporte de forma arbitraria y partidista, apoyando única y exclusivamente los intereses del PSOE y su socio Podemos», y dé por no aprobada la ley.
Para la dirigente popular, estos hechos «son un claro exponente de la forma de gobernar del PSOE de Page en esta región» y ha remarcado que el presidente regional «dice una cosa, hace la contraria y es el mayor enemigo en este momento de Castilla-La Mancha y de los castellano-manchegos».