El consejero de Hacienda de Castilla-La Mancha, Arturo Romaní, ha apostado por la austeridad, la contención del gasto público y la máxima eficiencia en la gestión como elementos claves para garantizar el futuro y generar crecimiento.
Estos principios han sido defendidos también por los titulares de Economía y Hacienda de la Comunidad Valenciana y Madrid, que han participado en una mesa redonda sobre el futuro de la sostenibilidad del Estado de Bienestar dentro de la jornada de Ley de Presupuestos Generales del Estado 2012, organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD).
Los tres consejeros han considerado que en el contexto actual de crisis económica hay que hacer «más con menos» porque austeridad y crecimiento «no son contradictorios».
Durante su intervención, el consejero castellano-manchego ha dicho que «el gestor público tiene obligaciones ineludibles», ya que «no puede derrochar» y debe «gestionar con eficiencia» porque si no, «no es posible recuperar la confianza».
«Tenemos la obligación en cualquier situación de hacer lo máximo posible», ha dicho Romaní, antes de criticar que el anterior gobierno socialista de su comunidad autónoma no actuó «de manera decidida sobre cosas que se podían calificar como derroches».
Por ello, ha considerado esencial «asegurar que la gestión es eficiente al máximo para liberar recursos y vigilar en qué se gastan los ingresos futuros», porque «el exceso de déficit en los últimos años ha elevado la deuda sustancialmente».
Romaní, que ha apostado por la «colaboración público-privada» y se ha referido en concreto a aspectos relacionados con la sanidad y con la educación, ha recordado que su autonomía se encuentra «inmersa en un proceso intenso de reformas, que han sido valientes y decididas, y algunas difíciles».
Todo ello se ha recogido en el plan presentado al Ministerio de Hacienda, que espera que sea aprobado mañana en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).
El consejero valenciano de Hacienda y Administración Pública, José Manuel Vela, ha considerado clave «hacer más con menos» y ser «transparentes», lo que supone que todas las autonomías estén «en el mismo plano de igualdad», porque lo que no puede ser «es que unas comunidades deban recorrer 110 metros en lugar de 100 con el mismo cronómetro».
A su juicio, no puede ser que en la actualidad permanezcan las diferencias en financiación per cápita que existen» porque los servicios se prestan a personas, y «operar una apendicitis cuesta lo mismo en Cantabria que en la Comunidad Valenciana».
En este sentido, Vela ha comentado que «se olvidan circunstancias que nadie quiere recordar» como el que cuatro comunidades tuvieran las competencias de sanidad y educación desde el principio, mientras que otras como Castilla-La Mancha o Madrid no las tuvieron hasta el año 2000, lo que supone que el endeudamiento se anotó, -en su momento- a la autonomía o al Estado, y a la hora de hablar de deuda se están «comparando magnitudes no homogéneas».
Vela ha apostado por arbitrar algún sistema para que las comunidades puedan definitivamente colocar su endeudamiento», ya se llame «hispanobonos o como sea», porque no es justo que aquellas autonomías que por razones competenciales tengan más endeudamiento soporten más problemas.
Por último, el consejero de Economía y Hacienda de Madrid, Percival Manglano, ha dicho que «austeridad y crecimiento no son contradictorios» y ha añadido que su autonomía está comprometida con la prioridad de la «austeridad».
Se ha referido al plan de ajuste presentado a Hacienda, que permitirá a Madrid cumplir con el objetivo de déficit del 1,5 por ciento y para «transparentar las decisiones» ha recordado que tramitarán una ley de modificación del presupuesto actual.
Manglano también se ha mostrado favorable a dar «oxígeno al sector privado», con una «fiscalización lo más baja posible» y «limitando el papeleo y la burocracia» para que el sector privado «pueda poner en marcha sus ideas con las mayores facilidades».