sábado, 23 de noviembre de 2024
Una batalla provincia a provincia 10/11/2011junio 14th, 2017

La campaña electoral ocupa, pero no preocupa. Los socialistas castellano-manchegos tienen la cabeza y las conversaciones en la renovación del partido en la región, que se prepara para el próximo congreso. La batalla se va a dar provincia a provincia, donde algunos alcaldes ganadores están dispuestos a enfrentarse a los aparatos del partido. Para la dirección regional del PSOE no hay duda y todos coninciden en que tiene que ser Page. Pero alcaldes como los de Cuenca, Valdepeñas o Azuqueca se están pensando tomar las riendas del partido en sus provincias.

Parece que no, pero el PSOE es un hervidero de reuniones, comidas, encuentros, conversaciones, saludos, apretones de mano, abrazos del oso e interpretaciones  varias sobre cómo ha de tejerse el partido que afronte las graves consecuencias de la derrota del 22 de mayo en Castilla-La Mancha y en las principales bases del poder municipal.


Tanto en la corte toledana, de donde parten y a donde llegan todas las señales, como en las provincias, los socialistas están más entregados a la sucesión regional que a una campaña que llevan cuesta arriba por razones obvias y en la que poco pueden aportar.

La campaña ocupa la agenda del día a día, pero las preocupaciones van todas al mismo tema: ¿quién se queda con la jefatura del PSOE en Castilla-La Mancha?

La respuesta es unánime: Emiliano García-Page. Nadie duda de que es el líder de hecho y menos aún de que lo tiene que ser de derecho aupándose a la Secretaría General del PSOE castellano-manchego en el próximo congreso, no más tarde del verano de 2012.

Él no quiere, como todo el mundo sabe. O no quiere aún, sobre todo para que no se interponga esa nueva responsabilidad en el partido en la gestión como alcalde porque en el PP le declaren objetivo a batir.

Además, no quiere quedarse atrapado en una tela de araña mientras que los que la tejieron, para atrapar a algunos como a él, se escapan o esconden en sus guaridas. No le gusta la idea. En definitiva, que tirar del carro castellano-manchego que todos abandonan o rehúyen le impida a él, héroe del 22 de mayo, poner un pie en Madrid y participar de la no menos profunda renovación a la que parece precipitarse el PSOE tras el 20-N.

Sus admiradores de siempre y sus detractores de toda la vida coinciden: tiene que ser Page. Sus enemigos y sus amigos también. ¿Qué dicen los indiferentes? Que tiene que ser Page.

Por si éramos pocos… Lo han adivinado, parió José Bono. Ahora, consciente de que el partido es un clamor, ha dado su opinión sobre Page: “Probablemente es el socialista más listo que tenemos en la región y creo que es el que está llamado a tener el futuro de liderazgo más claro y más evidente”.

No me sorprendería que Bono haya hablado tan claramente porque no está dispuesto a que le “jubilen” indecorosamente, pero sabe que crece el número de socialistas que piensan que el nuevo PSOE de Castilla-La Mancha tiene que articularse sin Bono y sin José María Barreda. Por distintas razones y conscientes de que el presidente del Congreso sigue ejerciendo una gran autoridad.

Barreda ya está con un pie fuera, aunque tratará de conservar su influencia y poner al secretario general  en Ciudad Real. Apartar a Bono es más complicado, entre otras razones porque el cordón umbilical entre él y Page sigue existiendo. En cualquier caso, dado que el alcalde de Toledo no tiene competencia para ser el secretario general, pase o no, la batalla se da en las provincias.

En Toledo, los movimientos de Page podrían aupar a Fernando Muñoz de la Presidencia de PSOE en la Diputación a la Secretaría General Provincial. “Tiene el partido en la cabeza” es la frase que más se escucha sobre él. En cualquier caso, Toledo es la provincia menos conflictiva y se intuye una nueva dirección con gente joven y veterana, la pilote quien la pilote.

GANADORES FRENTE A APARATOS

En Ciudad Real se prevé batalla. El actual secretario general, Nemesio de Lara, permanecería al frente de Diputación y dejaría el mando en el partido al actual secretario regional de Organización, José Manuel Caballero, responsable de la desastrosa campaña electoral autonómica. La jugada cuenta con la bendición de Barreda, pero con resistencia en una buena parte de las bases y con alguien dispuesto a plantar batalla: el alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín, un sempiterno ganador de elecciones.

En Cuenca, el exconsejero José Luis Martínez Guijarro es el secretario general de una organización que controla en realidad Luis Carlos Sahuquillo. Pero el alcalde de la capital, Juan Ávila, se va a lanzar al ruedo para liderar una auténtica renovación del partido.

Guadalajara es un solar. El alcalde de Azuqueca, Pablo Bellido, con un extraordinario resultado en municipales para las circunstancias; y en menor medida el de Marchamalo, Rafael Esteban, son los que protagonizan las quinielas para quedarse con la Secretaría General que ahora ocupa María Antonia Pérez León.

Albacete es otro tema. Francisco Pardo, dicen, quiere seguir, pero en el partido no se descarta que haya cambio y parece que el mejor situado es Manuel González, número uno al Congreso.

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