La consejera de Agricultura de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano, ha destacado la importancia que tienen los centros de interpretación de la naturaleza en el fomento del turismo rural, al servir como «punto de encuentro y conocimiento para los turistas y visitantes», que pueden conocer a fondo la riqueza de la biodiversidad con la que cuenta la región.
Soriano se ha pronunciado así durante su visita al Centro de Interpretación de Valdemeca (Cuenca), que ofrece una completa explicación sobre el Parque Natural Serranía de Cuenca, con actividades e información de alto valor turístico y medioambiental.
En este sentido, la consejera ha reforzado el compromiso de la Junta con estos centros, «que pasa por fomentarlos, dotarlos de recursos y, como es lógico, asumir los costes que generan», contraponiendo esta actitud con la del anterior Gobierno socialista, que ha dejado una deuda pendiente de más de nueve millones de euros en los centros de interpretación de Castilla-La Mancha.
A juicio de Soriano, con ello se evidencia que hay quien impulsa obras «para hacerse la foto» y los que «creemos en ellas y en la necesidad de una buena gestión para asegurar el futuro de estos centros», como es el caso de este Gobierno, que «controla los costes para no despilfarrar el dinero de los ciudadanos a la vez que asume deudas pendientes de la etapa anterior».
Por otro lado, la consejera de Agricultura también se ha referido a la situación del museo Ars Natura de Cuenca, al que la «pésima gestión socialista ha llevado a una situación insostenible».
Soriano ha recordado que el coste de construcción del museo ascendió a «más de 18 millones de euros», a lo que se ha unido «una mala gestión que ha conllevado costes de explotación de 1,5 millón de euros al año» y «a lo que ha sumado otro millón de euros que dejaron sin pagar y nuevamente asumirá este Gobierno».
Soriano ha incidido en que «los ciudadanos nos piden contención en el gasto y una gestión eficaz, y esa es la actitud que tenemos en nuestra acción política y la que llevamos a cabo en el caso de Ars Natura, un museo con unos exiguos ingresos por entradas, de 50.000 euros al año, para el que estamos buscando alternativas que lo hagan viable».