El presidente de la Diputación de Toledo, Arturo García-Tizón, ha afirmado hoy que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM) ha pecado de «exceso de jurisdicción» en su decisión sobre el cierre de las urgencias nocturnas en varias zonas sanitarias de la comunidad.
García-Tizón se ha pronunciado así tras el auto del TSJCM que avalaba el cierre de las urgencias nocturnas en todos los centros salvo en Tembleque (Toledo), que recurrió la decisión, y Pobo de Dueñas y Budia, en este caso como medidas «cautelarísimas».
En rueda de prensa, el dirigente del PP ha opinado que «la resolución enmienda una primera decisión absolutamente injustificada» y da la razón a la Junta porque «era ciertamente insólito que reconociese a un Ayuntamiento la capacidad de representación y defensa» del resto de ayuntamientos de la región afectados por el cierre de sus Puntos de Atención continuada (PAC).
Un hecho que, ha catalogado, como «exceso de jurisdicción» del TSJ porque, además, reconoce en el auto que el recurso de la Junta «está bien razonado» y no es «aceptable que un Tribunal suspenda, bajo la figura de una medida cautelar, una decisión política que afecta al conjunto de los ciudadanos de Castilla-La Mancha».
Según García-Tizón, corresponde al poder ejecutivo, y no al judicial tomar las decisiones políticas sobre el establecimiento de «los servicios o los medios para prestar mejor ese servicio».
«Es una obligación política el modificar un sistema para que sea sostenible, posible y se preste en las mejores condiciones», ha insistido García-Tizón, quien ha rechazado, por tanto, la resolución del TSJ porque «el poder judicial no ejerce control político, sino jurisdiccional» y, por ello, no puede juzgar «si es conveniente o no una decisión política, sino si se ajusta o no a la legislación».
En este sentido, ha recalcado: «es incorrecto que un Tribunal de Justicia ejerza sobre la base de un poder jurisdiccional, de control del poder ejecutivo» porque, ha estimado, «altera y trastoca la división de poderes y es lo que se ha producido en este caso», y por ello «no puede hacer un uso alternativo del derecho».
Por esto, ha dado la razón al voto particular del presidente del TSJ y ha creído que la resolución presenta una «falta de confianza en si misma» al especular sobre posibles repercusiones «sin ninguna prueba ni demostración fáctica de que eso pueda ser así».
«Las resoluciones se cumplen, se acatan, pero cosa distinta es que se compartan», ha entendido, por lo cual «da pie suficiente para recurrir» la resolución.
«Tengo la esperanza, por la trascendencia que tiene en cuanto a la conformación del Estado de Derecho, de que sea objeto de recurso a fin de dejar a cada poder en su sitio» porque, ha zanjado, ese exceso de jurisdicción «puede provocar un peor servicio a todos los habitantes a los que va dirigido» toda vez que «la Sala se ha erigido en poder ejecutivo».