La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Toledo ha aprobado la metodología que aplicará el consistorio para adaptar el Plan de Ordenación Municipal (POM) a la actual situación socioeconómica y urbanística.
En un comunicado, el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Toledo, Javier Nicolás, ha informado de que el equipo de gobierno «ya ha iniciado los trabajos» y ha precisado que esta decisión es obligada «por las actuales circunstancias económicas y la complejidad de llevar a cabo las infraestructuras previstas».
El primer paso que va a dar el Ayuntamiento pasa por conocer las intenciones reales de los promotores de los planes de actuación urbanizadora (PAU) que, aunque hayan solicitado su desarrollo, no han mostrado mayor disposición para llevarlos a cabo para, en su caso, anular la tramitación.
En esta situación se encuentran «cinco o seis proyectos», tal y como ha concretado Nicolás.
Posteriormente, el Consistorio se centrará en la elaboración de un avance, comenzando por la comprobación de la cartografía, un proceso en el que Toledo «no parte de cero» ya que los trabajos del POM actualmente en vigor son válidos y servirán para concretar el ámbito de actuación.
En esta fase se recabará la documentación necesaria de las administraciones públicas y se les solicitará la información que quieren que figure en el nuevo plan.
En este sentido, se mantendrán contactos con los ministerios, consejerías, municipios, Diputación y organismos públicos implicados en la ordenación urbanística de la ciudad.
Por lo que respecta a la evaluación ambiental, se tendrá que someter a información pública el actual texto, que es válido en su mayoría, con el fin de elaborar el preceptivo Informe de Sostenibilidad Ambiental.
En este punto de la tramitación, el Ayuntamiento incorporará su información urbanística relativa a sistemas generales, servicios, depuradoras, entre otras cuestiones, y la fundirá con las aportaciones del resto de instituciones para redactar un «documento de inicio» que se someterá a información pública.
Previamente, el equipo de Gobierno mantendrá contactos con grupos políticos, agentes sociales, sectores económicos, colectivos de la ciudad y asociaciones de vecinos para conocer sus aportaciones y conseguir que el texto que se exponga en información pública cuente con el mayor consenso posible.
Una vez superada esta fase, se procederá a la aprobación inicial del POM y, posteriormente, a la definitiva, con lo que culminará un proceso que se puede prolongar alrededor de dos años y medio, si bien este plazo puede aumentar dependiendo del resultado de las informaciones públicas y demás trámites.