El cabeza de lista de UPyD a las elecciones europeas, Francisco Sosa Wagner, ha pedido hoy que los ciudadanos sean responsables y voten en estos comicios europeos y ha propuesto a su partido como una alternativa para los ciudadanos que no estén «conformes con la democracia degradada» del país.
En un desayuno informativo mantenido en Toledo, Sosa Wagner ha considerado, en cambio, que quien vote a los «grandes partidos tradicionales», supondrá que está de acuerdo con «una democracia envilecida por asuntos de corrupción clamorosos».
Sosa Wagner ha señalado que su partido ha obtenido un 9 sobre 10 en el examen de transparencia que les ha realizado la ONG Transparencia Internacional, un test con diez indicadores que el PP y el PSOE suspenden con un 4,5 y un 3 sobre 10, respectivamente.
«No todos somos iguales», ha reivindicado Sosa Wagner, que ha destacado que su partido ha sido «el único» que ha informado de los gastos que le supondrán esta campaña electoral y que ha cifrado en torno a los 2 millones de euros.
Además, ha propuesto que dos de los «asuntos fundamentales» que se deben abordar en Europa son el empleo y el envejecimiento poblacional y que a su entender son «las dos bombas que Europa tiene puestas en su corazón».
«Si Europa no consigue desactivar esas dos bombas de relojería, todo el edificio europeo se derrumbará», ha alertado Sosa Wagner.
En cuanto a la creación de empleo, el cabeza de lista de UPyD para las elecciones europeas, ha propuesto fomentar el denominado «empleo verde», que supondría la creación de «tres o cuatro millones de puestos de trabajo».
Este yacimiento de empleo supondrá no sólo mejorar la eficiencia energética de los países, sino que también contribuiría a rebajar el precio de la energía.
En cuanto al envejecimiento de la población, Sosa Wagner ha señalado que esta circunstancia obliga a cuidar de estas personas, por lo que ésta sería «otra cantera de creación de empleo», para dar empleos a profesionales como fisioterapeutas, nutricionistas o enfermeros.
En cuanto a las políticas relacionadas con la agricultura, Sosa Wagner ha señalado que la aprobación de la Política Agraria Común (PAC) ya es un «capítulo cerrado» y ha lamentado que se ha «cedido demasiado poder a los estados» en su gestión, pues a su parecer «el parlamento europeo debería haber retenido más poder».
Asimismo, ha comentado que le hubiera gustado otra definición del agricultor activo y que se prestara más atención a la ganadería.