martes, 1 de octubre de 2024
Una mañana con Ángel Ligero... 17/05/2015junio 8th, 2017

Dentro de los reportajes especiales que ha preparado encastillalamancha.es para estas fechas electorales se encuentran los seguimientos que hemos realizado con algunos de los candidatos que optan bien a la Presidencia de Castilla-La Mancha como a algunas de las Alcaldías de la región.
Este diario ha compartido unas horas con Ángel Ligero, candidato de Ciudadanos a la Presidencia de Castilla-La Mancha, coincidentes con la explosiva llegada de Albert Rivera, secretario general de su partido, a Toledo, en medio de la expectación general.

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Los «novios», a los que les hicieron esperar un largo rato, aguardaban en las escalinatas del Monasterio de San Juan de los Reyes. Uno de ellos era nuestro candidato de hoy, Ángel Ligero, el del partido de moda, Ciadadanos, a la Presidencia de Castilla-La Mancha. Vestía informalmente, chaqueta azul, vaqueros, de forma parecida a su compañero de partido Esteban Paños, que aspira a la Alcaldía de Toledo.

Fueron puntuales, como los periodistas, o sea que esperaban a la estrella del momento a las 11:30 horas, la hora acordada. «¿Es ese que va en el coche azul?» (de tamaño medio). «Parece que sí, puede ser». Pues desapareció, y la estrella se hacía esperar. Así hasta media hora. Primeras palabras con el candidato regional, ojos azules, enormes: «Estoy muy ilusionado con la campaña. Ves que la gente tiene ganas de que se la escuche, sobre todo», comenta, a la vez que se le nota la inquietud de la espera.

Y a eso de las 12 horas, 30 minutos tarde, llega él, por fin, subiendo la cuesta que lleva a San Juan de los Reyes, dejando la estatua de Isabel la Católica detrás, junto a su jefe de campaña, José Manuel Villegas. Acercándose a un entorno de lo más «castellano» (el Monasterio es el gran emblema arquitectónico de sus católicas majestades), sube la empinada cuesta (Toledo, Toledo…) el catalán de moda, el hombre del momento, Albert Rivera, camisa blanca, vaqueros y zapatos negros de punta. Efectivamente, todo un treintañero.

LA EMPATÍA DE UN TAXISTA

Ángel Ligero, junto a Paños, acude en seguida a Rivera y ya no se separa de él durante todo el masivo paseo que discurre, estrechísima calle del Ángel mediante, hasta Santo Tomé. Ligero no se despega de su jefe, que despierta una enorme expectación. Pasa un taxi milagrosamente por la calle del Ángel y le dedica a Rivera su dedo pulgar hacia arriba. La comitiva es masiva, enorme. «¡Mira, Rivera! ¡El de Ciudadanos!» Varias personas le paran.

Por si fuera poco el caos, la comitiva pasa por el pasadizo del cobertizo, una de las calles más angostas del todavía más angosto casco histórico toledano. Y es llegar la expedición a la Plaza del Ayuntamiento y escucharse una ovación procedente del stand de Ciudadanos, en el que destaca un grupo de afiliados del partido en Recas.

Ángel Ligero no ha parado de charlar con Rivera, entre aquel y un Esteban Paños también hablador. Y llega la confirmación del caos y la marabunta en torno a Rivera, que ofrece un «canutazo» (rueda de prensa informal) a los periodistas. Ligero sigue a su lado, en el centro del «mogollón», durante las respuestas y las fotos, fotos y más fotos, entre gente, gente y más gente. Rivera es el hombre del momento. Está amable, paciente, encantador de una manera contenida. Aquello es una locura que solo acaba cuando Rivera, poco antes de la una de la tarde, se marcha acompañado por los suyos. Ligero, que le acompaña hasta el último momento, se despide de él y solo en ese momento se aprecia lo aturdido que está dado que en el fragor de la batalla la situación estuvo incluso a punto de desbordarse.

EL CICLÓN RIVERA QUEDA ATRÁS

Resopla, se empieza a relajar poco a poco. El ciclón Rivera quedó atrás. ¿De qué habló largo rato con su jefe en aquel paseo triunfal, en olor de mutitud, sobre todo femenina, todo hay que decirlo? «De cómo va la campaña y adquiriendo la inyección de vitaminas que necesitamos para acabar un trabajo agotador pero muy ilusionante», responde.

¿Le gusta Toledo a Rivera? «Sí, ha venido varias veces. Es un apasionado de su historia y arquitectura. Nos ha pedido una visita ‘más humana’ en el futuro, para conocer la ciudad más a fondo», revela.

Ligero insiste en la campaña de su partido:»Leemos en los ojos de la gente esa petición de cambio, entiende que van a venir nuevas reglas de juego y que Ciudadanos va a ser responsable de liderar ese cambio».

Aunque Ligero «no suelte prenda» tan pronto sobre estrategias postelectorales, y ante la circunstancia de que solo en Castilla-La Mancha, si ningún partido obtuviese la mayoría absoluta gobernaría la lista más votada en caso de no haber acuerdos, el candidato de Ciudadanos señala que «se iniciaría la legislatura con una imposibilidad importante de acuerdos si la formación en minoría no hablase con el resto de fuerzas, no podría hacer nada».

«HACE FALTA MUCHO MÁS QUE ESTO PARA SUPERARME»

¿Qué siente Ligero ante este estado de las cosas, la responsabilidad política sobrevenida? «Hace falta mucho más que esto para superarme, mucho más que la responsabilidad que nos va a otorgar la ciudadanía el 24 de mayo», responde.

¿Le echa de menos la familia? «Sí, te engañaría si te dijese otra cosa, aunque por mi trabajo, ya está acostumbrada a tenerme lejos. Hoy (por el viernes 15 de mayo) no voy a poder estar con ellos en la comunión de un sobrino. Me echan de menos pero saben que su padre está adquiriendo una responsabilidad con la ciudadanía. Veo alegría por ello en los ojos de mis hijas», contesta.

La foto de Ligero ha llegado a salir en medio de la de Cospedal y Page como posible llave postelectoral. Se le insiste, ¿siente vértigo? «He estado en lo alto de muchas montañas, he caído libremente con 700 metros bajo mis pies… el vértigo no va conmigo. No he hecho otra cosa en mi vida que plantearme retos y superarlos. Esto es lo más importante, no los miedos, sino acometer las responsabilidades y retos y vencerlos», concluye antes de marcharse con su gente de prensa a «recoger unas cosas», comer y largarse a Azuqueca de Henares (Guadalajara), donde le esperaba un acto electoral por la tarde.

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