A Emiliano García-Page y a su Ejecutivo les preocupa que pueda volver a pasar lo ocurrido al inicio de la pandemia: muchos casos importados desde Madrid que descontrolen la situación en Castilla-La Mancha. Por ello ha solicitado al Gobierno de España que tenga preparados entre 400 y 600 rastreadores del Ejército para estar «prevenidos ante el efecto Madrid».
Así se ha pronunciado el presidente de Castilla-La Mancha en la inauguración del Instituto Alfonso VIII de Cuenca, tras una remodelación que ha durado 11 años.
Y es que , en la comunidad autónoma, Page ha dicho tener recursos propios para controlar la pandemia en la situación actual, pero eso podría cambiar si la pandemia se descontrola en la Comunidad de Madrid. «Ayer mismo solicitamos al Gobierno de España que empiece a preparar entre 400 y 600 rastreadores, dependiendo de la disponibilidad del Ejército, para que estemos prevenidos ante el efecto Madrid», ha subrayado.
Castilla-La Mancha recibió, según ha asegurado Page, un 80 por 100 de los casos en la primera parte de la pandemia de la «bomba radioactiva que se plantó en Madrid» y por ello ha recordado que «nos irá bien o mal en función de si se controla o descontrola en Madrid».
Relación «fluida» entre Madrid y CLM
La comunidad vecina, por su propia congregación de personas, hace mucho más difícil controlar la pandemia y por eso el presidente regional ha celebrado que entre ambos gobierno autonómicos haya «una relación fluida» que también sirva para coordinar las medidas.
Page también ha recordado que muchas personas de Madrid se están empadronando en municipios de Castilla-La Mancha. «Tenemos 3.000 tarjetas sanitarias nuevas que se vienen de Madrid», ha dicho, pero ha pedido no confundir que ahora en Castilla-La Mancha tenga mejores datos que Madrid, porque «somos españoles antes que castellanomanchegos» y por ello, «si nos va bien, es porque nos va bien a todos, si no va bien en Cataluña o en Jerez de la Frontera, el virus se mueve», ha indicado.
En este sentido, ha pedido no comparar las gestiones de regiones donde al inicio de la pandemia «se encontraron con poco virus con donde había caído la bomba de golpe«, porque ahora la situación puede revertirse y para ello se puede ver «como se ha movido la gente hacia las playas», momento en el que Castilla-La Mancha ha pasado de estar en todos los primeros puestos en cada dato de la pandemia a ocupar los últimos puestos.