17 de las 58 personas que solicitaron la eutanasia en Castilla-La Mancha murieron en aplicación de la ley de eutanasia, de la que ahora se cumplen tres años desde su aprobación.
Así lo ha explicado el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, cuestionado por los periodistas por los más de 70 días que se tarda de media en obtener la resolución sobre la petición de eutanasia.
El consejero ha reconocido que los solicitantes están «inmersos en procesos de enfermedad que a veces son demasiados cortos para cómo nos comportamos en estos plazos», aunque ha puntualizado que la región se encuentra por debajo de la media, si bien ha reconocido que sería necesario «acortar» al máximo esos plazos.
Las razones por las que no todas las solicitudes llegan a término
Fernández Sanz también ha explicado las razones por las cuales solo 17 de esas 58 personas murieron por eutanasia. La primera es que el paciente fallezca en medio del proceso, la segunda que no se produzcan las condiciones oportunas para que los profesionales lo aprueben y la tercera es que cuando llega el momento de llevarlo a cabo, el paciente ha cambiado de opinión.
Además, el consejero ha asegurado que en los hospitales de Castilla-La Mancha no hay problemas para que los médicos apliquen la ley, y en todas las gerencias hay personal disponible para ello, algo que sí ocurre con la Ley del Aborto, que debido a las objeciones de conciencia estos procesos son más difíciles de llevar a cabo.