«Me molestaría que nos pongan en el mismo rasero, se puede manifestar lo que quiera, pero comparar que todos hacemos lo mismo me ofende». Así responde Emiliano García-Page al debate sobre la sanidad pública que se ha iniciado a raíz de la huelga que hay en la Comunidad de Madrid.
El presidente de Castilla-La Mancha ha salido al paso de los posibles «contagios sindicales» que puede haber a raíz de esa huelga en Madrid, expresando en una región tan extensa como Castilla-La Mancha «cuesta tres veces más» prestar el servicio que en cualquier ciudad grande.
Como ejemplo pone que en una ciudad como Fuenlabrada se puede dar servicio en la población en Atención Primaria a toda la población con «3 o con 10 centros de salud», pero hacerlo en la provincia de Cuenca, que tiene la misma población, hacen falta decenas de centros.
«La sanidad es una prioridad total»
Por ello ha querido poner en valor el trabajo que se hace en Castilla-La Mancha, donde con una «financiación mala» por parte del Estado, se hace «un esfuerzo» para dar servicio en todos los municipios de la región.
«La Sanidad de Castilla-La Mancha cuesta tres veces más que en cualquier ciudad grande. El transporte en ambulancia, el desplazamiento de los profesionales», ha comenzado a enumerar el presidente. «La sanidad es una prioridad total», ha abundado el presidente regional, recordando la inversión que ha hecho su ejecutivo no solo en hospitales y centros de salud nuevos, sino también en reforzar los existentes.
También ha dicho que hay un debate que visto con perspectiva «humilla», que es el que se planteaba de que los pacientes de Castilla-La Mancha fueran atendidos en Madrid. «¿Quién se quedaría a vivir aquí? ¿Por qué vamos a pagar por un derecho que tenemos todos los españoles?», se ha preguntado.
Médicos de la sanidad privada
Además, ha expresado que en algún momento habrá que abrir un debate. ¿Qué pasa con un modelo en el que pagamos muchos impuestos para formar a médicos para el servicio público y no se quedan en el servicio público?», ha subrayado Page.
Por último ha querido ensalzar el trabajo de los «profesionales», porque dice que es para sentir «un orgullo brutal» porque quienes se «desviven para que la gente viva».