El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) va a poner en marcha próximamente un procedimiento de atención dirigido a profesionales de la Gerencia de Urgencias, Emergencias y Transporte Sanitario que intervienen en incidentes particulares (accidentes con múltiples víctimas o atentados terroristas), que pueden afectarles en su esfera psíquica y emocional.
El documento, según ha informado el Gobierno regional en nota de prensa, ha sido presentado en la última reunión del Comité Sectorial de Seguridad y Salud Laboral del Sescam, celebrado recientemente, y se han iniciado los trámites para su aprobación e implantación con las aportaciones que puedan realizar los representantes de los trabajadores.
La asistencia sanitaria de emergencias en el lugar del incidente es el medio de intervención de los equipos sanitarios de la Gerencia de Urgencias y Emergencias. En la mayoría de los casos se trata de áreas no controladas, entendiendo como tales áreas externas a estructuras propiamente sanitarias como son hospitales, centros de salud o consultorios locales.
Estas áreas pueden ser domicilios particulares, vía pública, centros escolares, carreteras, entornos laborales, etcétera, con sus particularidades propias de riesgos asociados a materias peligrosas, tóxicos ambientales, dificultades orográficas y/o climatológicas, carencias de luz o aislamiento.
Los profesionales de la emergencia son un grupo de riego emocional
Además del entorno físico propio del lugar del incidente también hay que tener en cuenta el entorno del paciente en cuanto a familiares presentes, situación emocional de los mismos, espectadores ocasionales y su implicación emocional con el incidente, grados de presión social o la existencia de agresividad en el entorno.
Todo ello hace que los profesionales de la emergencia se sitúen en un grupo de riesgo de desestabilización emocional, padecimiento de disconfort o de diferentes malestares que se pueden ver negativamente afectados o agravados por diferentes factores tras un incidente crítico.
Los problemas más comunes que pueden darse tras este tipo de situaciones son estrés, burnout, desgaste por empatía y fatiga de compasión. Además de estos problemas, los profesionales de la emergencia muchas veces sufren una ansiedad flotante generada por la espera de un siniestro o accidente.
La aplicación de este documento permitirá establecer un procedimiento de actuación con el objetivo de analizar si determinadas situaciones de alto impacto emocional que se viven en algunas intervenciones que realizan los servicios de emergencia, pueden provocar alteraciones relevantes para su salud física/psíquica y ofrecer la ayuda especializada precisa.
Objetivo de esta medida
El objetivo, por tanto, es facilitar a los profesionales de la emergencia sanitaria que desarrollan sus tareas en las distintas áreas de Castilla-La Mancha, la posibilidad de recibir asistencia psicológica o psiquiátrica para la gestión del impacto emocional negativo asociado a intervenciones propias del servicio que reúnen condiciones particulares.
En el documento se establecen tanto la forma de iniciar el procedimiento y el desarrollo del mismo. Asimismo, recoge que la realización de una sesión de ‘briefing‘ con la participación de todo el equipo tras las primeras horas o días de todas aquellas intervenciones susceptibles de impacto psicológico significativo para alguno de los intervinientes, es el primer paso para la intervención tanto preventiva como resolutiva en este tipo de incidentes.