Esta situación se debe, por una parte, al aumento del número de donaciones de órganos y, por otra, al éxito de los tratamientos con los nuevos antivirales de acción directa contra la hepatitis C, según ha informado el Gobierno regional en un comunicado.
Según los datos que maneja la Coordinación Regional de Trasplantes de Castilla-La Mancha, a 31 de diciembre de 2016 había 30 pacientes de Castilla-La Mancha que estaban esperando un trasplante de hígado, lo que supone una disminución del 26,8 por ciento con respecto a la media de los tres últimos años.
Así, al cierre de los años 2015, 2014 y 2013 el número de pacientes pendientes de este tipo de trasplante era de 52, 35 y 36, respectivamente.
La disminución registrada en Castilla-La Mancha ha sido ocho puntos superior a la del conjunto del país, donde el número de pacientes ha disminuido un 18,5 por ciento, de 791 a 645 personas.
En el año 2016, un total de 40 pacientes de Castilla-La Mancha recibieron un trasplante hepático frente a los 33 que fueron trasplantados el año anterior, mientras que en el conjunto de España el número de trasplantes de hígado se ha mantenido estable en los últimos años, con 1.162 realizados en el año 2015 y 1.159 en el año 2016.
Por otra parte, también ha disminuido el número de pacientes fallecidos esperando un órgano en Castilla-La Mancha, pasando del 6,5 por ciento de hace dos años al 5 por ciento del año pasado.
Según los resultados de un estudio realizado por el Sescam, desde la puesta en marcha del Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C en abril de 2015, en Castilla-La Mancha han iniciado el tratamiento cerca de 1.800 pacientes.
Casi el 95 por ciento de los pacientes tratados han alcanzado el objetivo terapéutico de eliminar el virus de forma permanente, según la evaluación realizada sobre la utilización de los nuevos antivirales con pacientes en tratamiento activo entre abril de 2015 y julio de 2016.
La Coordinación Regional de Trasplantes recuerdan la importancia de seguir fomentando la donación de órganos ya que sigue siendo la única alternativa terapéutica para salvar la vida de determinados pacientes.