La Justicia ha condenado al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) a pagar 600.000 euros por una operación en la que el paciente F.G.R.H. falleció por la «deficiente asistencia» sanitaria en el Hospital Virgen de la Luz de Cuenca. El paciente murió durante la intervención, como denuncia el Defensor del Paciente.
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (Sección 2ª de la Sala de lo Contencioso Administrativo) ha condenado tanto al Sescam como a Mapfre a pagar a los familiares del fallecido, que acudió al hospital conquense para que le extirparan el bazo.
Murió en la intervención quirúrgica
La intervención quirúrgica se produjo el 19 de julio 2017, cuando F.G.H.R. tenía que operarse en el centro sanitario de Cuenca. En la operación, se produjo una «lesión de una pequeña arteria pancreática que pasó inadvertida», denuncia el Defensor del Paciente. Fue un «error fatal» para el paciente.
Después, el paciente estuvo 3 horas y media en Reanimación y perdió casi 4 litros de sangre. Sufrió una parada cardiorrespiratoria y tardaron más de dos horas en intervenirle para frenar la hemorragia, como denuncia la asociación. Un día después, el 20 de julio de 2017, el paciente de 42 años murió de un «fallo multiorgánico» que podría estar provocado por la «excesiva pérdida de volumen de sangre».
«No fue tratado correctamente»
Condena al Sescam: le tenían que extirpar el bazo y murió en la operación sentencia el Defensor del Paciente, que explica que no se tuvo en cuanto los antecedentes médicos del paciente ni se prestó atención a los síntomas que evidenciaron la hemorragia.
La cuantía que tiene que abonar tanto el Sescam como Mapfre, de 600.000 euros, corresponden a 517.000 euros de la propia indemnización y otros 83.000 euros en intereses. En un primer momento, el Juzgado Contencioso Administrativo de Cuenca obligó a pagar al Sescam 60.000 euros a la familia del fallecido por «mala praxis». Ahora, el TSJ-CLM eleva la cuantía y «responsabiliza» al Sescam de una muerte prematura.