El Servicio de Oftalmología del hospital Mancha Centro, en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), ha sumado un nuevo logro a su quehacer al lograr con éxito una cirugía que ha permitido reconstruir córnea, iris y cristalino en el ojo izquierdo de un paciente. Se trata de un joven que dos años atrás había sufrido un traumatismo severo tras accidentarse con un vaso de cristal en el ojo izquierdo y que, según su propio relato, buscaba «un milagro».
Así se informa en una nota de prensa enviada por Sanidad. En este sentido, se recoge el testimonio del joven relatando que fue operado de urgencia cuando sufrió el traumatismo en el ojo hace dos años. Fue intervenido en su ciudad natal, en Cáceres, y el médico que le operó le aconsejó llevar su caso al servicio de Oftalmología del hospital alcazareño, cuya labor ha sido distinguida con varios premios en la última década y en el que están algunos de los mejores profesionales de España en esta especialidad.
El paciente ha recuperado un 30 por 100 de visión
«Tuve suerte -cuenta el paciente-, porque me dijeron en Cáceres que podía haber perdido el ojo». Sopesó la opción que le daban los facultativos del Mancha Centro, entre otras posibilidades, y hoy ha recuperado un 30 por 100 de visión en el ojo izquierdo tras una cirugía muy complicada. Además, aún tiene margen de mejora. Y también «se ha logrado un resultado estéticamente muy bueno», añaden los médicos.
De hecho, Fernando González del Valle, jefe del Servicio de Oftalmología del Área Integrada de Alcázar de San Juan, reconoce que fue un reto mayúsculo en el que la solución era muy difícil. «Llegó con un traumatismo muy importante, en el que había perdido el cristalino, tenía una profunda herida en la córnea y, además, había perdido el iris».
[ze_summary text=»Tras un accidente con un vaso de cristal, había perdido el cristalino y el iris y tenía una profunda herida en la córnea»]Tras un accidente con un vaso de cristal, había perdido el cristalino y el iris y tenía una profunda herida en la córnea[/ze_summary]
Tal y como recoge la nota de prensa, el reto se afrontó, en primer lugar, fabricando una prótesis personalizada, para lo cual se utilizó como patrón fotografías del ojo sano. Después, como no había soporte en el que colocar esta prótesis, se optó por una vanguardista técnica quirúrgica: la del trasplante de sacro cristalino (sólo se había realizado antes en Ucrania) que se asoció a una queratoplastia penetrante (sustituir el tejido de la córnea)».
Fueron necesarias 10 horas de quirófano. Y es que «era la primera vez que se realizaba en el mismo paciente la combinación de un trasplante de saco y de córnea. Mientras se realizaban ambas intervenciones los facultativos descubrieron que había desprendimiento de retina, algo que también se corrigió sobre la marcha».
Fernando González y Javier de Celis, los primeros en conseguirlo desde el Mancha Centro
González del Valle y Javier Celis Sánchez, jefe de la Sección de Córnea, fueron los encargados de la compleja operación «en la que se combinó en un mismo paso quirúrgico una vitrectomía (técnica que se utiliza para retirar el gel transparente que rellena la cavidad ocular), un cerclaje ocular (para corregir el desprendimiento de retina), un trasplante sacro cristalino, un implante de prótesis iridiana artificial y un trasplante de córnea», han asegurado. Ellos han sido los primeros en conseguirlo en el hospital Mancha Centro.
[ze_summary text=»Fueron necesarias 10 horas de quirófano: era la primera vez que se realizaba en el mismo paciente la combinación de un trasplante de saco y de córnea»]