El 60% de los hombres de más de 60 años y hasta un 90% de los mayores de 70 padecen hiperplasia benigna de próstata, un crecimiento glandular de la próstata, que puede comprimir la uretra impidiendo el correcto paso de la orina.
“Es una patología que afecta a un alto porcentaje de varones con la edad y muy determinada genéticamente”, explica el doctor Luis Álvarez Buitrago, especialista en Urología del Hospital Quirónsalud Toledo.
Principales síntomas
La hiperplasia benigna de próstata ocasiona distintos síntomas del tracto urinario inferior, “como dificultad para orinar, ganas de orinar con frecuencia y urgencia, chorro flojo, necesidad de levantarse por la noche a orinar o escapes de orina”, detalla el especialista.
Cómo tratar la hiperplasia benigna de próstata
Inicialmente, explica el doctor Álvarez, “se lleva a cabo un abordaje médico y progresivo, si bien, según se vayan agotando las opciones médicas y los tratamientos orales pierden eficacia, hay que pensar en el abordaje quirúrgico, bien a través de las técnicas clásicas o de las de nueva incorporación”.
Entre estas últimas se encuentra la enucleación prostática con láser de Holmium (HoLEP), una técnica recientemente implantada en el Hospital Quirónsalud Toledo gracias a la adquisición de la tecnología necesaria.
Qué beneficios presenta HoLEP para el paciente
Para el doctor Álvarez Buitrago, “se trata de una de las últimas técnicas que se han implantado para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata, ya que reproduce los resultados de la cirugía abierta permitiendo un abordaje endoscópico, es decir, sin incisión, por lo que el resultado es que podemos reducir el tejido prostático al máximo sin apenas sangrado y reduciendo enormemente las posibles complicaciones de una cirugía abierta”.
“Todos los pacientes que padezcan síntomas del tracto urinario inferior y no hayan respondido al tratamiento médico inicial pueden ser intervenidos mediante esta técnica, si bien, los pacientes que más pueden beneficiarse son aquellos que presentan próstatas de gran tamaño, de 60 gramos o más”, detalla el doctor.
Al tratarse de una técnica mínimamente invasiva, el tratamiento a través de enucleación prostática también implica un menor tiempo de hospitalización, una recuperación más rápida del paciente y una disminución de las posibilidades de reintervención en el futuro.
Mejora en la calidad de vida
Estos pacientes, culmina el doctor Álvarez, “van a ver mejorar de forma progresiva sus síntomas urinarios desde la retirada de la sonda vesical y, por tanto, también, su calidad de vida”.