El Ayuntamiento de Cuenca ha fumigado con biocidas los patios de cuatro colegios de la capital, donde además también se ha llevado a cabo este tratamiento en otros puntos con gran presencia de la oruga procesionaria.

La procesionaria, un problema

En una nota, el Consistorio ha explicado que, de esta forma, continúan con las actuaciones para acabar con la plaga, que cada año azota a la ciudad de Cuenca, con gran masa forestal de pinos.

Así, ha explicado que el pasado viernes por la tarde, una vez finalizada la actividad lectiva, se procedió a fumigar con biocidas los colegios municipales Fuente del Oro, Santa Ana y Santa Teresa, además del centro de San Julián de la Junta de Comunidades, que pertenece a la Junta, «para que hiciera efecto durante el fin de semana».

La concejala de Educación Esther Martínez ha supervisado personalmente, junto al técnico de Medio Ambiente, Miguel Chillarón, las labores llevadas a cabo por el personal de Parques y Jardines y de una empresa contratada para tal fin.

En el primero de los centros, que está rodeado de cuatro hectáreas de arbolado, se realizan estas actuaciones desde el pasado mes de febrero; además, se retiraron bolsas de procesionaria utilizando una grúa, según ha agregado la nota.

La lucha contra este lepidóptero defoliador también se realiza eliminando las orugas cuando bajan del árbol, mediante un anillo de plástico duro pegado al perímetro del tronco a modo de embudo, que se llena de agua.

De este modo, cuando las orugas bajan de árbol en procesión para enterrarse en el suelo, se ahogan.

La masa forestal que rodea la ciudad de Cuenca es superior a 650 hectáreas y se ha constatado la presencia de nidos en otras coníferas como los cedros.