Nuestras abuelas y nuestras madres se quedaban embarazadas sin dificultad y, por norma general, su preocupación era hacer una buena planificación familiar para no tener más hijos. La mujer percibe el embarazo como algo natural siendo indiscutible el derecho a tener su propia descendencia.
Y entonces, ¿qué está pasando?, ¿por qué es tan difícil quedarse embarazada?, ¿por qué cada vez más niños nacen tras técnicas de reproducción asistida?
El cambio social al que hemos asistido en los últimos años da respuesta a estas preguntas. Alargar los estudios, centrarse en el trabajo, buscar la pareja adecuada, un mejor momento económico hace que el tiempo pase y la mujer decida ser madre más tarde.
Nuestra calidad de vida mejora pero nuestro cuerpo, a nivel biológico, nunca dejará de tener la edad que tiene. Cada vez se tienen los hijos a más edad, el paso de los años reduce las posibilidades de embarazo y este es el motivo fundamental por el que aumenta la esterilidad en nuestro entorno.
Los que llevamos trabajando en reproducción asistida tantos años, estamos inmersos en una constante evolución gracias a los avances científicos y tecnológicos que nos han permitido dar solución a problemas de esterilidad para los que hace pocos años no había tratamiento. Pero no nos engañemos, las técnicas de reproducción asistida no pueden compensar completamente el descenso natural de la fertilidad que se produce con la edad y, cuando nos decidimos a consultar, ya es demasiado tarde.
Si una mujer decide posponer la maternidad, debería ser valorada por un especialista en reproducción asistida e informada sobre su pronóstico y sobre qué opciones tiene para preservar su fertilidad.
En muchas ocasiones mis pacientes me dicen «si esto yo lo hubiera sabido antes» y es así porque, en este campo de la medicina, el tiempo es fundamental para poder tomar medidas de prevención.
Elena Martín Hidalgo, directora médica de Reprofiv, clínica especializada en reproducción asistida en Alcorcón (Madrid) y en el Centro Médico Enova (Toledo)