En la planta sexta del Hospital de Toledo, en los pasillos de Pediatría no se ve ninguna bata blanca. Enfermeras, auxiliares y celadores -conscientes de la importancia que tiene favorecer su relación con los más pequeños- las han sustituido por unos coloridos uniformes que -15 días después de ser estrenados- aún no dejan de llamar la atención.
La medida, enmarcada dentro del Plan Dignifica del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), es un paso más para hacer que el «Virgen de la Salud» sea menos hospital para los niños que están ingresados en él. Con esta pretensión también se decoraron con dibujos las habitaciones de la unidad específica de Oncohematología Pediátrica o la sala de Radiología. Igualmente se han hecho esfuerzos por introducir pinturas, vinilos y, en general, una atmósfera más cálida en aquellos espacios por donde se mueven los menores, ya sea en las plantas pediátricas como en las urgencias pediátricas, en maternidad, en neonatos e incluso en la UCI pediátrica.
Perder el miedo a los profesionales de la salud, reducir su ansiedad a la hora de enfrentarse a pruebas diagnósticas… Todas estas herramientas ayudan a que los niños afronten con una actitud más receptiva su paso por el hospital. Así lo ponía de manifiesto Eva García, subdirectora de Enfermería, quien coincidía con Eva Méntrida, supervisora de Pediatría, Nieves Carrasco, supervisora de Neonatología, y Nuria de Paz, supervisora de Maternidad, en lo importante que resulta para el trabajador ganarse la confianza de estos pacientes.
La acogida de esta mejora en la atención infantil y la motivación extra que ha supuesto para los sanitarios ha sido tal que ya se piensa en el siguiente paso: introducir el nuevo uniforme en el Servicio de Alergias del Hospital del Valle y en consultas externas. También se ha propuesto -por parte de una de las autoras de los dibujos- pintar el área del ecógrafo infantil. Delfina García Jiménez -que así se llama esta arquitecta e ilustradora que trabaja en el hospital como coordinadora de gestión de residuos, limpieza y plagas- comenzó hace 12 años a pintar las instalaciones infantiles, una experiencia que califica como «muy bonita». Considera que en la atención de los niños -y sobre todo por la reacción de estos- representa «un antes y un después».
Recientemente, ella fue la encargada de realizar dibujos en Radiología, un área en la que los menores tienen que entrar solos, sin compañía de sus padres, por lo que aquí la atención que reciben de los profesionales se vuelve fundamental, al igual que sus ratos de distracción mirando las pinturas de las paredes y olvidándose por un momento que van a someterse a una prueba médica.
Otros dos ilustradores, Sara Casilda y Alejandro Guzmán, de la Escuela de Arte de Toledo, fueron los responsables de los dibujos de la unidad específica de Oncohematología Pediátrica inaugurada hace aproximadamente un año.
Delfina García ponía el acento en que hay gente dispuesta a poner su grano de arena y a contribuir con sus dibujos a que el hospital de Toledo sea un entorno menos frío.
En este afán por humanizar la sanidad y el trato con el paciente, Toledo y Ciudad Real (al hospital de esta última ciudad también han llegado los nuevos uniformes) han tomado la delantera y se muestran como ejemplo a seguir para el resto de centros de Castilla-La Mancha.