La portavoz del Gobierno y consejera de Igualdad, Blanca Fernández, ha asegurado que la situación sanitaria en Toledo a causa del Covid-19 no es tan complicada como para tener que paralizar el nuevo hospital de la capita regional, que continuaría con su plan de traslado.
De este modo ha reaccionado Fernández, preguntada durante la rueda de prensa que ha ofrecido este miércoles para informar de los acuerdos del Consejo de Gobierno sobre la «saturación» que sufre el Hospital Virgen de la Salud a causa del incremento de contagios.
Se usarán, si es necesario, los espacios de la primera ola
La portavoz ha defendido que la Consejería de Sanidad se dotó de un plan de contingencia, que contempla el uso de otros espacios hospitalarios en Toledo, como ya ocurrió en la primera ola del Covid-19, que se volverán a usar en caso de ser necesario, como es el caso del Hospital Nacional de Parapléjicos.
Pese a admitir que la situación se puede complicar con la gripe, de ahí la importancia de frenarla por medio de la vacunación, la portavoz del Ejecutivo ha querido mandar un mensaje de tranquilidad pues la región está preparada para asumir la situación.
Y es que según ha detallado, en plena segunda ola de contagios las personas que a día de hoy se encuentran hospitalizadas en Castilla-La Mancha no llegan a 700, «cuando en los peores momentos tuvimos hasta 4.000».
«El contexto no es el mismo que en marzo y se hará lo posible para que no sea el mismo», ha asegurado Fernández, que ha descartado la posibilidad de usar las instalaciones del nuevo complejo hospitalario, que continuará su proceso.
El pasado 20 de octubre, el presidente regional, Emiliano García-Page, anunció que el 23 de noviembre arrancará la mudanza desde el actual Hospital Virgen de la Salud de Toledo hasta el futuro Hospital.