La Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha y el Consejo de Colegios de Farmacéuticos de la región han firmado este martes un acuerdo para que las casi 1.300 farmacias castellanomanchegas se conviertan en Puntos Violeta que sirvan como «refugio» a las mujeres víctimas de violencia de género, facilitando información sobre actuación y recursos en estos casos y haciendo también una labor de «acompañamiento» a las mujeres que lo necesiten.
Acompañando a las víctimas de violencia de género
Así lo han destacado el delegado del Gobierno, Francisco Tierraseca, y el presidente del Consejo de Colegios de Farmacéuticos, Francisco José Izquierdo, que han remarcado la ambición de los farmacéuticos de implicarse en la lucha contra esta lacra.
«Lugar seguro»
Tierraseca ha recordado que un punto violeta es un lugar identificado a través de una pegatina como «un lugar seguro» para las mujeres y para aquellas personas que conozcan alguna situación de violencia sobre la mujer, comentando que, gracias al acuerdo, las farmacias contarán también con una guía «pormenorizada» en la que se describen los recursos que existen a disposición de las víctimas, dándoles además el mensaje de que «no están solas sino que tienen el apoyo de las instituciones y de todo el entramado de ayuda contra la violencia de género».
Además, ha señalado que una «cuestión fundamental» de este convenio es que las unidades contra la violencia sobre la mujer presentes en todas las subdelegaciones del Gobierno van a ofrecer formación a todas aquellas farmacias que lo soliciten para dar a los farmacéuticos las herramientas necesarias para poder ayudar en los casos que se les presenten.
Los farmacéuticos de Castilla-La Mancha se ofrecen a Sanidad para notificar los positivos
«Yo quiero que la sociedad piense que lo que estamos haciendo es poner en marcha un potencial en el que nuestros barrios, nuestra farmacia o nuestros taxis puedan ser identificados como lugares seguros para las mujeres víctimas de violencia de género. De eso se trata con los puntos violeta, de una identificación, una ayuda, que no están solas», ha manifestado.
Por su parte, Francisco José Izquierdo ha hecho hincapié en que con este acuerdo las farmacias se van a convertir en «refugios» para las mujeres víctimas de violencia de género y ha recalcado que el farmacéutico, en su papel de «sanitario más cercano a los ciudadanos», es un «extraordinario recurso» para facilitar a estas mujeres dar el paso para denunciar.
«Hemos demostrado no solo ser un pilar fundamental en la Atención Primaria sino que somos un refugio de nuestros pacientes y ciudadanos, encuadrado en un lugar estratégico».
De igual modo, ha definido este protocolo como «una apuesta ganadora que facilita un espacio seguro y de confianza para las mujeres que sufren este problema».
«Faceta social»
Izquierdo ha señalado que aunque la adhesión al protocolo es voluntaria, el ‘feedback’ que les llega es que el mundo de la farmacia «está deseando realizar esa faceta social». «Somos un profesional sanitario pero podemos cumplir otra faceta social como puede ser esta», ha enfatizado.
De esta forma, con esta firma, el Consejo de Colegios de Farmacéuticos de Castilla-La Mancha se suma a la Federación de Taxis de Castilla-La Mancha, colectivo que dio el primer paso para actuar como Puntos Violeta en la región, el pasado mes de febrero.