Un trabajo sobre las células sexuales masculinas realizado por la Unidad de Sexualidad y Reproducción Asistida del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo ha sido premiado por la Sociedad Española de Paraplejia (SEP).
Según este estudio, que se ha publicado en la revista internacional Spinal Cord, a los seis meses de la lesión medular la producción de espermatozoides se recupera y el potencial reproductor se conserva en la mayoría de casos.
La investigación de la Unidad de Sexualidad y Reproducción Asistida
El trabajo corresponde a un proyecto que financió la Fundación para la Investigación Sanitaria de Castilla-La Mancha, según ha informado hoy el Gobierno castellano-manchego, del que depende el Hospital de Parapléjicos.
[ze_summary text=»A los seis meses de la lesión medular la producción de espermatozoides se recupera y el potencial reproductor se conserva»]A los seis meses de la lesión medular la producción de espermatozoides se recupera y el potencial reproductor se conserva[/ze_summary]«En el estudio se muestra que, aunque en los tres primeros meses hay una alteración de la espermatogénesis en varones con lesión medular, a los seis meses la producción de espermatozoides se recupera, y el potencial reproductor se conserva en la mayoría de los casos», ha afirmado el jefe de la Unidad de Sexualidad y Reproducción Asistida de Parapléjicos, Eduardo Vargas-Baquero.
El seguimiento a 28 pacientes
Hasta ahora solo se habían realizado estudios de este tipo en pacientes con lesión medular crónicos, pero en el trabajo premiado se ha hecho un seguimiento prospectivo en 28 pacientes varones con lesión medular completa que se evaluaron a principios de fase subaguda con controles a los tres y seis meses después de la lesión.
En cada punto de tiempo se tomaron muestras de biopsia y se midieron los niveles de las hormonas más relevantes.
La mayoría de los pacientes mostraron alteración de la espermatogénesis poco después de la lesión pero, en la mayoría de los casos, el nivel se recuperó.
El doctor Vargas-Baquero ha subrayado que, en todo caso, se necesitan «más estudios para dilucidar los mecanismos biológicos subyacentes a estos cambios».