«Es un auténtico honor volver a representar a la profesión». Con estas palabras celebró Luis Alberto García Alía su reelección como presidente del Consejo de Colegios Profesionales de Veterinarios de Castilla-La Mancha, en un acto que se celebró el viernes por la noche en la sede de la Biblioteca del Seminario Conciliar, en la iglesia de la Merced, en Cuenca.
García Alía lanzó un piropo a todos sus compañeros cuando dijo que «en esta profesión todos tienen igual categoría porque no hay ninguna función que merezca una relevancia inferior». También tomaron posesión los nuevos miembros de la Junta Directiva. Presidió el acto el presidente del Consejo General de Colegios Veterinarios de España, el conocido Juan José Badiola.
Los nuevos compañeros de García Alía en el Colegio de Veterinarios de CLM
Además de Luis Alberto García, juraron su cargo José Ramón Caballero de la Calle, presidente del Colegio de Veterinarios de Ciudad Real, como vicepresidente; Luis Colmenar Astudillo, presidente del Colegio de Veterinarios de Cuenca, como secretario; Miguel Ángel Serrano Campos, presidente del Colegio de Veterinarios de Guadalajara, como vicesecretario; José Ángel Gómez García, presidente del Colegio de Veterinarios de Albacete, como tesorero; Juan Miguel Segovia González, como vocal de la sección Económica; y Francisco de Asís Muñoz Alcázar, secretario del Colegio de Veterinarios de Ciudad Real; José Ramón Encinas Rodríguez, vicepresidente del Colegio de Veterinarios de Cuenca; y Juan Julián García Gómez, vicepresidente del Colegio de Veterinarios de Toledo, los tres como consejeros.
El reelegido presidente recalcó los avances que se han conseguido en esta profesión, como por ejemplo la clonación, que comenzó precisamente en Veterinaria; a la vez que pidió decretos «que estructuren cómo tiene que ser la colaboración entre médicos, veterinarios y agentes medioambientales». O que en política se dé más importancia a la salud.
En el acto se encontraba Benjamín Prieto, presidente de la Diputación de Cuenca.
Mientras, Badiola recordó que su padre había sido veterinario en Cuenca durante 18 años, reconociendo el trabajo de aquellos profesionales «que tuvieron que hacer en la década de los años 50 del siglo XX. Los veterinarios tienen una vocación de servicio público, a los ciudadanos y a la economía del país». A la vez que anunciaba que no continuará en el cargo «porque hay que dejar camino abierto a otras personas».
La intervención musical del acto fue de Alcarria String Quartet, mientras que el acto fue presentado por el periodista conquense Paco Auñón.