«Nadie puede morir por mí, nadie tiene que decidir por mí» es el título de un trabajo realizado por cuatro mujeres, todas técnicos en Cuidados de Enfermería que trabajan en el hospital Virgen de la Luz, en Cuenca, que ha sido premiado en el XXVIII Congreso Nacional de Técnicos en Cuidados de Enfermería y Técnicos de Emergencia celebrado en Cartagena.
«Nadie puede morir por mí», la voluntad antes de fallecer…
Sonia González Sáiz, Isabel Grifo Peñuelas, Marta López Prieto y Ascensión Pardo Mohorte son las cuatro autoras de un trabajo que tenía un objetivo claro: dar a conocer a los ciudadanos, a los pacientes y en general a todo el personal sanitario la existencia del documento de Declaración de Voluntades Anticipadas.
O, lo que es lo mismo, que una persona mayor de edad, capaz y libre, manifiesta de forma anticipada que se cumpla su voluntad en el momento en que se llegue a una situación que no sea capaz de expresarlos personalmente, sobre los cuidados y tratamientos de su salud o sobre el destino de su cuerpo o de sus órganos.
Las cuatro elaboraron un sencillo cuestionario para ciudadanos, familiares y profesionales sanitarios para saber qué conocían, a nivel general, de esta Declaración de Voluntades Anticipadas. Un centenar de encuestas cuyo resultado fue el siguiente: un 80 por 100 de los ciudadanos no conoce con exactitud qué es esa Declaración; mientras que entre el personal sanitario es conocida por el 80 por 100.
La conclusión del trabajo es que a pesar de la existencia de numeroso material de divulgación existente sobre el tema, además de la legislación obligatoria, aún existe un gran desconocimiento de las estructuras y proceso para llegar a la Declaración, tanto en lo que se refiere a la cumplimentación del documento como en relación a su registro.
De ahí que le den una gran importancia a que los ciudadanos en general estén informados sobre la atención sanitaria que desearían recibir al final de su vida, cuando ya no estén en condiciones de hacerlo.