«Me disgusta la decisión del rector de la Universidad de Castilla-La Mancha». Así se pronunciaba el presidente Emiliano García-Page ante el anuncio hecho por el rector de la UCLM, Miguel Ángel Collado, de suspender las clases en los campus de la región, unas declaraciones en las que se ha mostrado muy crítico con el máximo responsable de la universidad, llegando a afirmar que «la medida es el peor ejemplo de disciplina hacia la autoridad sanitaria».
En la rueda de prensa que ha ofrecido tras la reunión del Comité Ejecutivo de Respuesta y Preparación frente al coronavirus, en la que se han acordado las medidas que adoptará Castilla-La Mancha para frenar el contagio del COVID-19, Page ha insistido en que la determinación del rector «va en contra de la recomendación y de las instrucciones de la autoridad sanitaria».
No sin antes recordar que en la UCLM no se ha detectado ningún caso, el jefe del Ejecutivo regional ha dicho que le hubiera gustado que la universidad se hubiera sometido a los dictados de la Consejería; «una cosa es la autonomía y otra cosa es ir por libre». Ha indicado que, como presidente la comunidad, también le hubiera gustado una llamada personal del rector.